Esta tecnología, que consta de una cámara en el pecho del árbitro del partido, se utiliza para dejar registro de la interacción del juez con los jugadores. Además, durante la transmisión televisiva del evento se usan imágenes de dicha cámara, lo que permite una visión más directa de cada jugada.
También conocido como "ojo de halcón", este sistema consiste en grabar cada jugada con una serie cámaras en ángulos distintos, para poder acceder a una repetición en tiempo real y en cámara lenta. El objetivo es detectar piques o pisadas sobre la línea, o bien si un jugador apoyó o no la pelota en el suelo dentro de la zona de gol.
La NBA cuenta con un centro de análisis de jugadas en que reciben señales de por lo menos nueve cámaras ubicadas estratégicamente en cada estadio. El objetivo es ofrecer a los árbitros las mejores opciones de imágenes para tomar una decisión sin retrasos si ocurre una acción controvertida.
Monitorea la línea de gol e implica el uso de 14 cámaras en la parte alta de los estadios. Éstas emiten 500 cuadros por segundo en imágenes 3D que se cruzan entre sí para dar un veredicto. En menos de un segundo, el árbitro del encuentro recibe una señal de vibración en su reloj que le indica si la anotación fue válida.
Son dispositivos que se utilizan desde 2006, permiten la comunicación entre el juez central y sus asistentes, con micrófonos abiertos constantemente. Cuentan con un filtro digital que les permite aislar el ruido del público.
Es una tecnología usada en la NFL que permite a los oficiales repetir y revisar las jugadas a través de las imágenes captadas por hasta 50 cámaras en el estadio. En este caso, es posible detener el partido para que el juez revise las imágenes.
Al igual que en el Rugby, consta de varias cámaras grabando una acción. Se reproduce tridimensionalmente la trayectoria exacta de la pelota sobre la cancha en cada jugada y se pueden realizar repeticiones en tiempo real ante puntos conflictivos.
Es la fotografía, una serie de ellas o bien un video, que se capta al momento en que finaliza una carrera. Se utilizan dos dispositivos electrónicos instalados en la meta, uno a cada lado de la pista. Con ello se busca definir al ganador de una carrera aunque el ojo humano no logre percibirlo. Actualmente existen aparatos que imprimen imágenes en 3D y que alcanzan los mil cuadros por segundo.
También conocido como sensor de partida falsa, el sistema captura los tiempos de reacción de los deportistas y se utiliza para detectar cuando los atletas comienzan antes de que se les dé la señal. La tecnología está compuesta por sensores instalados en los bloques de partida de cada pista y por un centro de control.
Estos dispositivos están situados en ambos extremos de la piscina y señalan el orden de llegada de los nadadores. El deportista detiene él mismo el cronómetro mediante un movimiento de presión, lo que produce que se hundan algunos milímetros.
Son aparatos capaces de captar cuatro veces más imágenes por segundo que una cámara normal, y su objetivo es determinar el ganador en caso de que existan dudas en los jueces, incluso teniendo la información de los paneles sensibles.