Una imagen del grabado realizado hace más de 13 mil años.
IPHES
SAN SEBASTIÁN.- La escena sucedió hace 14.000 años en una llanura que desciende hacia el río Milans, al noreste de lo que hoy es España, donde un artista prehistórico grabó en una placa el paisaje que contemplaba: un campamento, que ahora se ha convertido en la representación más antigua de un ámbito social conocida en el mundo.
Este hallazgo, que ha sido posible gracias al trabajo conjunto de los investigadores Marcos García Diez, de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), y Manuel Vaquero, del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), acaba de ser publicado en la revista científica Plos One.
La pieza, de 18 centímetros de largo y 8,5 de ancho, procede de las excavaciones que se llevan a cabo desde 1999, en el yacimiento del Molí del Salt, en la localidad tarraconense de Vimbodí i Poblet.
El descubrimiento, realizado en un nivel geológico perteneciente al Paleolítico Superior (hace entre 13.000 y 14.000 años), es una pequeña placa de esquisto en la que un artista prehistórico, igual a los humanos modernos (Homo sapiens), grabó siete semicírculos con líneas internas dispuestos en dos hileras.
El profesor García Diez explicó a Efe que "por su forma y proporciones" y "mediante el recurso a la etnografía comparada", estos grabados "pueden interpretarse como cabañas" y serían "la primera representación de un campamento de cazadores-recolectores".
"Teniendo en cuenta que los campamentos son la manifestación espacial de la estructura social de los cazadores, la plaqueta del Molí del Salt puede considerarse como la primera representación de un ámbito social conocida hasta la fecha", afirmó García Diez.
Los campamentos "constituyen un elemento fundamental en la forma de vida de los grupos de cazadores-recolectores, ya que son la expresión espacial de su organización social en bandas" y "pueden considerarse como el primer paisaje estrictamente humano", indicó Vaquero.
Aclaró además que las formas semicirculares con divisiones internas grabadas "muestran una estrecha similitud formal y métrica con las cabañas construidas por diversos grupos de cazadores-recolectores" contemporáneos, como los bosquimanos del desierto del Kalahari y los aborígenes australianos.
Valiosa información arqueológica
García Diez destacó la importancia de esta plaqueta porque "ofrece una visión de un campamento de cazadores paleolíticos difícil de obtener a partir de otras evidencias arqueológicas", al tiempo que aporta información sobre "un aspecto que desde siempre ha intrigado a los arqueólogos", como es el "tamaño de las bandas" humanas de aquella época.
Según los autores del hallazgo, "el número de cabañas documentado en la plaqueta (siete) coincide con el tamaño habitual de un campamento de cazadores y recolectores" y, "dado que cada cabaña suele albergar a una familia nuclear", la placa representaría un conjunto humano compuesto por unos 30 ó 40 individuos, dedujeron los expertos.
Además, el hecho de que las cabañas del Molí del Salt sean estructuras hemisféricas cuestiona, en opinión de Vaquero y García Diez, las reconstrucciones paleolíticas que toman como referencia las tiendas características de los indios de las praderas americanas (tipis).
Marcos García Diez recalca la relevancia de la placa hallada en Tarragona porque "constituye una singularidad" en el arte paleolítico, donde "predominan las figuras de animales y los signos abstractos" con una "llamativa práctica ausencia" de representaciones de campamentos, a pesar de la importancia que tenían en la vida de los cazadores prehistóricos.
"Esta pieza nos habla, por otra parte, de un arte profano, alejado de las implicaciones ideológicas que a menudo se atribuyen a las representaciones animales del Paleolítico", precisó el investigador.