Columna de Astronomía | Una sorpresa aún más difusa
Un tipo de galaxias, que casi no se pueden observar, de a poco están entregando detalles de su composición que son totalmente inesperados.
02 de Mayo de 2018 | 09:35 | Por Gaspar Galaz
Por Gaspar GalazAcadémico del Instituto de Astrofísica de la U. Católica de Chile
Doctor en astrofísica de la Universidad de París y fue investigador postdoctoral de la Carnegie Institution for Science (EE.UU.). Actualmente es profesor asociado del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, del cual también es su director, miembro del Centro de Astro-Ingeniería UC e investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).
Una de las características de la ciencia que la hacen especialmente atractiva, es el factor sorpresa que está presente a menudo en las investigaciones. El 1 de mayo de 2015, astrónomos liderados por el profesor de la Universidad de Yale Pieter van Dokkum, publicaron el descubrimiento de más de 50 galaxias ultra-difusas en el cúmulo de galaxias ubicado en la constelación de Coma. El hallazgo fue realizado por un conjunto de telescopios pequeños, tipo telefoto de bajo costo, pero que tienen la característica de generar imágenes extraordinariamente uniformes y de un gran campo del cielo. Las galaxias ultra-difusas son miles de veces más débiles que el brillo superficial del cielo y fueron descubiertas en 1984 por Sandage y Bingelli, quienes las encontraron en el cúmulo de Virgo, pero no en cantidades tan grandes y con brillos tan débiles como las descubiertas en Coma.
El hallazgo de 2015, en sí mismo, no fue lo que realmente sorprendió a la comunidad astronómica, sino el que estas galaxias ultra-difusas estuvieran en un cúmulo de galaxias tan masivo y antiguo como Coma, que su número fuera tan alto, y que algunas de ellas tuvieran tamaños tan grandes como nuestra propia Vía Láctea (unos 100.000 años luz de diámetro). Esto fue realmente inesperado. Teniendo estas galaxias brillos tan difusos, provocados por una bajísima densidad estelar, se esperaría que las fuerzas de marea del cúmulo las hayan destruido relativamente rápido. Pero el hecho de que esto no haya ocurrido nos dice que la dinámica de estas galaxias tiene que estar necesariamente dominada casi enteramente por una gran fracción de materia oscura. Si no fuera así, estas galaxias se "evaporarían" muy rápidamente.
Estas galaxias, algunas con brillos superficiales miles de veces más débiles que el brillo del fondo del cielo nocturno, están pobladas casi únicamente por estrellas viejas y, además, no tienen gas.
Teniendo estas galaxias brillos tan difusos, provocados por una bajísima densidad estelar, se esperaría que las fuerzas de marea del cúmulo las hayan destruido relativamente rápido
Gaspar Galaz
Más recientemente, observaciones lideradas por un equipo de astrónomos en la Universidad Católica develaron galaxias tan débiles como las de van Dokkum, y con características muy similares, pero en el cúmulo de Fornax. La ventaja de ello es que al ser este cúmulo observable desde el hemisferio sur y al ubicarse 5 veces más cerca que el cúmulo de Coma, permite hacer estudios mucho más profundos de este tipo de galaxias. Así, el equipo descubrió que algunas de ellas que son extraordinariamente débiles tienen núcleos brillantes y azules en sus centros, lo cual plantea nuevos dilemas. Esto porque sería una señal de que se trataría de estrellas jóvenes y además, y eventualmente, podrían tener formación estelar reciente de algún tipo.
El mismo van Dokkum presentó hace algunas semanas otra sorpresa inesperada en la revista Nature. En ella estudia observaciones de una galaxia ultra-difusa, seguidas por un análisis de velocidades radiales de sus cúmulos globulares, que muestran que ésta no tiene materia oscura. Es otras palabras, no sería necesario invocar la presencia de materia oscura para explicar la dinámica de los cúmulos globulares de esa galaxia. Esto ha producido un temblor en la comunidad astronómica que aún tiene réplicas. Algunos argumentan, incluso, errores del autor.. El mundo sigue girando, dándonos días llenos de descubrimientos, sorpresas y discusiones que a veces parecen no terminar nunca. ¿Y será siempre así? En palabras del gran Jacob Bronowski: "Sí, así ha sido siempre y así seguirá siendo".