WASHINGTON.- Esta semana el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó una iniciativa para crear una sexta rama de las Fuerzas Armadas en el país bajo el nombre de "Space Force", una idea que alzó las miradas sobre la real intención detrás de este proyecto.
Actualmente las FF.AA. del país consisten en cinco ramas: el Ejército, el Cuerpo de los Marines, la Armada, la Fuerza Aérea y la Guardia Costera. A estas, se le agregaría la "Fuerza Espacial", que aún debe ser debatida por el Pentágono, el Departamento de Defensa (DoD, por sus siglas en inglés) y el Congreso.
A diferencia de lo que el nombre puede sugerir, la intención no es llevar la guerra fuera de la Tierra, sino comenzar un control de los cientos de satélites, sondas y bases que se encuentran en el espacio. El problema con esto es que hoy por hoy, este es un tema de acuerdo internacional.
Detrás de esta propuesta, podría estar una intención de Trump por crear una cita nacional para fortalecer la identidad y seguridad nacional. "Cuando se trata de defender Estados Unidos, no es suficiente con que tengamos presencia en el espacio. Debemos tener dominación en el espacio", fueron las palabras del mandatario.
"Debemos tener dominación en el espacio"
Donald Trump, Presidente de EE.UU.
Claro está, esa idea no es nueva, sino que se remonta a la época de la Guerra Fría, retomada posteriormente por la administración de George W. Bush en su Política Nacional Espacial en 2006 y que ahora el Presidente Donald Trump busca darle más fuerza.
Ahora la idea debe ser planteada al Pentágono y discutida por los congresistas, o simplemente destinar recursos al Departamento de Defensa para que gestione este nuevo cuerpo que estará destinado a controlar lo que ocurre más allá no sólo de las fronteras estadounidenses, sino que del planeta.
Hasta ahora, y probablemente por mucho tiempo más, la coordinación del tráfico espacial requiere más que un país decida tener control en el espacio, sino que es un esfuerzo conjunto de muchas naciones, actualmente en el marco de cooperación internacional, algo que permite cosas tan importantes para la ciencia y el desarrollo como la propia Estación Espacial Internacional (EEI).
Desde el punto de vista bélico, esta medida también puede tener implicancias. Tanto Rusia como China han realizado pruebas -durante el último periodo del ex Presidente Barack Obama- de lo que se pensó, podrían ser esfuerzos para responder a ataques satelitales armados.
Brian Weeden, el director del programa de política espacial Secure World Fundation, asegura que "los altos cargos en la milicia de Estados Unidos han dejado de hablar sobre el espacio como un santuario, mientras que el conflicto en la Tierra podría extenderse fuera de ella [...] Algo que pasó antes de que Trump llegara al poder".
