SANTIAGO.- En Tokio, a más de 17 mil kilómetros de nuestra capital, una start-up asegura que podría desarrollar la primera lluvia artificial de meteoritos y que la podría llevar a cabo para el 2020. No bastaba con ser un fenómeno natural imponente, el humano tenía que replicarlo.
La empresa emergente llamada ALE, con sede en la capital japonesa, señaló que se encuentra en las etapas finales de la construcción de dos microsatélites programados para transportar y liberar 400 bolitas en cualquier lugar, momento y color. ¿Pero cómo logran la lluvia? Cada uno de estos “pellets” se quemará a medida que entren a la atmósfera, creando un brillo lo suficientemente intenso como para ser visto desde la Tierra.
Su plan es tenerlos en órbita alrededor del planeta para febrero de 2020, por lo que uno de los satélites será enviado por la agencia espacial nipona en marzo del próximo año y el otro a mediados de 2009 en un cohete privado.
“Nuestra reserva de estrellas fugaces estará en el espacio y se podrá entregar en todo el mundo”, señaló en una conferencia de prensa Lena Okajima, presidenta ejecutiva de ALE.
Así, es como la start-up — que se dice ha gastado unos US$ 20 millones en la producción — empezó a ofrecer sus servicios a los civiles para que encarguen sus lluvias para sus encargos.
Hasta 12 mil lluvias se podrían llevar a cabo: ¿Quién se anotará?