La cámara más grande construida para astrofísica llegó a Chile desde California, para integrarse al telescopio Vera Rubin, instalado en el Cerro Pachón de la Región de Coquimbo, informó este miércoles la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA).
"Estamos muy emocionados de que esta cámara de 3.200 megapíxeles ya se encuentre sana y salva en nuestras instalaciones", dijo en un comunicado Stuartt Corder, director científico de AURA en Chile, administradora del proyecto.
La cámara y los equipos asociados se trasladaron en avión desde Estados Unidos hasta Santiago, a donde llegó el 15 de mayo, y por tierra desde la capital hacia el Valle del Elqui, donde se encuentra el Observatorio Vera Rubin.
"Fue un tremendo desafío logístico. La recibimos en el aeropuerto de Santiago y necesitamos de nueve camiones para llevar todo hasta nuestras instalaciones en Cerro Pachón", explicó en la nota la directora de AURA en Chile, Alejandra Voigt.
Con unas ventajas geográficas y naturales de excepción que ofrecen la Cordillera de los Andes y el océano Pacífico —poca nubosidad a cotas altas, una atmósfera poco turbulenta y temperaturas estables—, Chile se ha convertido en un anfitrión de primera categoría que acoge los telescopios de más de 30 países.
"Durante las próximas décadas, este revolucionario telescopio y el armonioso diseño del sistema óptico compuesto, la cámara más grande nunca construida y la capacidad de escaneo rápido nos permitirá mapear el cielo del hemisferio sur cada tres o cuatro noches", apuntó Corder.
Agregó que este equipo, que significó una inversión de US$168 millones, fue financiado por la Oficina de Ciencia del Departamento de Energía de EE.UU., entidad que también aportó, junto a la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU., a la construcción del proyecto completo.
Cuando Rubin comience la Investigación de Espacio y Tiempo como Legado para la Posteridad (LSST) a fines de 2025, la cámara digital más grande del mundo, que tiene el tamaño de un automóvil, tomará imágenes detalladas del cielo del hemisferio sur durante 10 años, "creando el time-lapse más completo del Universo que jamás se haya visto", dice la nota de AURA.
Rubin impulsará avances y nuevos descubrimientos en muchas áreas científicas, incluida la exploración de la naturaleza de la materia y energía oscura, el mapeo de la Vía Láctea, la investigación de nuestro Sistema Solar y el estudio de objetos celestes que cambian de brillo o posición.
"Llevar la cámara al cerro fue la última pieza importante del rompecabezas. Con todos los componentes de Rubin físicamente en el sitio, estamos en la recta final hacia una ciencia transformadora", dijo en la nota el gerente de Proyecto de Rubin, Victor Krabbendam.
Esta cámara es el último componente importante del telescopio de exploración de Rubin. Después de varios meses de pruebas en la sala limpia, será instalada en el telescopio junto con el espejo primario de 8,4 metros y el espejo secundario de 3,4 metros para prepararse para su puesta en operaciones en 2025.
Según los investigadores, cada noche el telescopio generará un volumen de información de unos 20 millones de megabytes –20 terabytes–, que serán procesados por miles de ordenadores desde tres países distintos: Estados Unidos, Inglaterra y Francia.