Madrid. - El gobierno español presentó hoy unas 3.000 pulseras para controlar las "órdenes de alejamiento" en casos de violencia de género, mientras Amnistía Internacional (AI) denunció que "hay falta de preparación" en la justicia para proteger a niñas y mujeres víctimas de violación sexual y trata de personas.
Los ministros de Igualdad, Interior y Justicia presentaron unos brazaletes para facilitar por "medios telemáticos" que se cumplan las "órdenes de alejamiento" en casos de violencia de género.
Las pulseras, que se repartirán en los juzgados españoles a partir del próximo 24 de julio, fueron consideradas por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como dispositivos para "proteger a la víctima, disuadir al agresor y documentar los quebrantamientos de condenas".
Se trata de un "símbolo de lo que la sociedad tiene que decir al agresor: ’40 millones de españoles te estamos vigilando. No te acerques a ella’", dijo por su lado la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
Amnistía Internacional, en tanto, aseguró hoy que "las víctimas de violencia sexual y trata de personas tienen medidas de protección inadecuadas por la ausencia de un Plan" en España.
En ese sentido, enumeró como "principales preocupaciones" la limitada producción de información sobre violencia sexual y trata de personas, así como "inadecuada legislación" y "falta de preparación" en la justicia "para asegurar un tratamiento adecuado de estos casos, especialmente cuando las víctimas son niñas".
Durante la presentación hoy en Madrid del informe "España: una vida sin violencia para las mujeres y las niñas", Amnistía reconoció que el Estado "ha avanzado bastante en la lucha contra una determinada forma de violencia, la que se produce en el contexto de la pareja y la ex pareja".
"Sin embargo, es alarmante que no haya un Plan marco para prevenir todas las formas de violencia sexual, proteger a todas las víctimas, haciendo especial hincapié en las niñas y las víctimas de trata", declaró hoy la presidenta de Amnistía en Madrid, Itziar Ruiz-Giménez.
