El 59% de las mujeres inactivas que tienen personas a su cargo, ancianos o enfermos, afirman que esa condición les impide tener oportunidades de trabajo.
Asimismo, esta situación produce en las mujeres una sensación de depresión (15%), de estrés (19%) y de impotencia (7%), aunque queda claro que ellas tienen un nivel de compromiso con su labor alto porque el 49% declara no tener ningún sentimiento al respecto.
Esta realidad quedó más de manifiesto en una encuesta nacional realizada por ComunidadMujer y que apuntó a develar la “tercera jornada laboral que tienen las mujeres”.
La situación no sólo afecta a las mujeres que están inactivas porque de las que están trabajando, un 52% de ellas también tienen personas a su cargo, lo que demuestra la compleja jornada que enfrentan diariamente.
La encuesta recogió otro dato que parece una obviedad, pero que no se tiene presente siempre, y es que los mayores porcentajes de mujeres que tienen personas dependientes a su cargo se ubican en los primeros quintiles, es decir, en los sectores más pobres y vulnerables, donde las cifras se empinan sobre el 19% contra el 6,6% del quinto quintil.
Otro hecho singular que constató el estudio es que el porcentaje de mujeres que permanece inactiva y que le dedica menos de 20 horas semanales al cuidado de una persona es casi igual a la de las mujeres que no tienen esa responsabilidad.
ComunidadMujer planteó el desafío de enfrentar este tema, debido a las implicancias que tiene que ellas se puedan incorporar al mundo laboral, tienen presente que ésta es una limitante.
El desglose del estudio permite conocer que el 38% de las mujeres que se declaran en esta situación tienen a su cargo niños que no son sus hijos; un 32% es responsable del cuidado de adultos mayores; un 20% lo es de enfermos crónicos y un 10% de discapacitados.
Dentro de las propuestas presentadas por ComunidadMujer está crear una comisión transversal que defina una política nacional sobre el cuidado de adultos mayores, enfermos y discapacitados.
Esto se hace urgente considerando que dentro de unos diez años la población adulta mayor será superior en número al de jóvenes menores de 15 años, según las estimaciones que se hacen.
Otra de las propuestas es incorporar nuevos elementos no considerados en la pasada reforma previsional para poder enfrentar el tema. Y suman fomentar prácticas laborales que permitan conciliar estas dos realidades.
