PARÍS.- Los archivos del poderoso grupo editorial Condé Nast –que adquirió Vogue en 1909- abrieron hoy al público un siglo de fotografías de moda que reivindica el papel de esos retratos como una forma de arte propio y atemporal pero testigo de la creatividad y de la evolución de las épocas.
Se trata de 150 imágenes de grandes nombres como Helmut Newton, Bruce Weber, Irving Penn, Cecil Beaton, Peter Lindbergh o Mario Testino, cuya valía se considera incuestionable, y que se presentarán en el Museo Galliera de París, justo en medio de la celebración de la Semana de la Moda en la capital francesa. Y pese a que se trata, sin duda, de una de las ciudades que brilla por su pasión por la industria de la creación textil, , "todavía hoy hay una suerte de escepticismo a la hora de mirar a la fotografía de moda como un verdadero arte. Hay una zona de sombra que hace decir que no es artística sino lucrativa”, según explicó el director del Museo Galliera, Olivier Saillard.
"Vogue se ha publicado en decenas de lenguas, pero incluso si es un proyecto literario y nos mantenemos apegados al lenguaje escrito, su verdadero lenguaje son las imágenes", dijo en la presentación de la muestra, el presidente de Condé Nast Internacional, Jonathan Newhouse.
Dividida de forma temática y acompañada de trajes de algunos de los diseñadores retratados y de ejemplares de revistas que marcaron época, la exposición llamada "
Papier glacé" (Papel cuché), mezcla voluntariamente los años de esos retratos, desde 1918 hasta la actualidad. "Lo que ha cambiado es la mujer del interior. No son los mismos cuerpos, las mismas actitudes o los mismos modistas, lo que da lugar a cosas muy diferentes", añade Saillard.
El recorrido por esos retratos deja ver por ejemplo que aunque las actitudes y los lugares cambien, hay un vínculo importante entre moda y arquitectura interior, y apunta que parte de esas instantáneas pretenden hacer entrar al lector en un "universo onírico".
El análisis se hace eco también de los diferentes valores en la representación de los cuerpos y de la evolución del estatus de las modelos, hasta llegar en la década de los ochenta a esa categoría de top models en la que el nombre propio les valía para ser reconocidas.
Desde hace un siglo, la fotografía de moda, que se alzó como género aparte a principios del siglo XX, "influye en la construcción de la identidad femenina y se desarrolla en torno a nociones ligadas a la belleza, la seductor y la cultura de la juventud", recuerda el catálogo de la muestra.
Pero la vocación de Vogue, según añadió hoy el presidente director general de las publicaciones Condé Nast Francia, Xavier Romatet, no era solo entrar en un museo, sino apoyar la creación contemporánea en la moda y la fotografía de moda.
Esa voluntad dio lugar al anuncio hoy del "Vogue Paris Fashion Fund", dotado con 100.000 euros anuales y destinado a la compra de nuevas piezas por parte del Museo Galliera con las que ampliar su patrimonio, según sus fundadores, con plena libertad de elección.