Cuando dos personas se juntan por primera vez con intereses amorosos, parece que uno vuelve a tener 15 años. Los nervios, las expectativas y las ansiedades nublan la mente y la racionalidad se esconde.
Es que por mucho que tengamos las ideas claras y el sólo objetivo de conocer a alguien, el estar bajo esas circunstancias a veces complican.
¿La razón? Según el doctor en psicología Seth Meyers y columnista del portal psychologytoday.com, es porque hombres y mujeres que buscan una relación viven un proceso, sencillamente, horrible.
“Es difícil entender a la persona con quien estás saliendo porque no la conoces y por eso, no puedes captar si verdaderamente está interesado en ti, y además, lo más frecuente es que tengas experiencias pasadas de haber sido despreciado”, explica.
En ese sentido, el especialista norteamericano llama no trastocar intereses, necesidades y comportamiento por estar con “alguien”, y enfatiza que se debe tener claro que en cualquier búsqueda de pareja, se trata de encontrar a un adulto de buena fe, que pueda manejar conversaciones reales y directas aunque sean incómodas.
Entonces, si la “cita” es con alguien con quien no logras sentir, a ciencia cierta, cuáles son sus intenciones, la recomendación es despedirlo de tu vida con viento fresco.
“Siempre y cuando lo que buscas y deseas sea a una persona con carácter e integridad”, dice. ¿Qué se siente? Alejandro Horta, psicólogo clínico del
Centro de Terapia del Comportamiento piensa que para lograr un mejor diagnóstico de la nueva situación se debe recurrir a nuestras percepciones.
“Si bien estarán cargadas de subjetividades y prejuicios nos sirven porque ponemos de relieve nuestra historia, las experiencias previas y el estado de nuestra autoestima”, anima.
Pero, lo más importante, agrega, es estar abierto a los elementos reales que ocurran en ese encuentro y que las señales sean claras de interés o en el otro extremo, de desinterés.
Para ello, el especialista menciona revisar el comportamiento y los comentarios objetivos y también analizar el propio estado emocional previo y durante la cita.
“Ayuda también revisar cuál ha sido nuestra experiencia en otras citas previas y sobre todo, debiéramos intentar tomar distancia de la situación para intentar observar de manera más objetiva”, aconseja. Además, llama a poner atención en si te transmite o no, preocupación, cariño, confianza. Y, si se comunica y expresa lo que le pasa, te escucha, pregunta.
“Creo que lo fundamental en el tema de citas es entender que una de las posibilidades existentes, es que la otra persona no se interese por nosotros y en ese sentido, lo más sabio es no enfocarse solamente en el hecho de que la relación se concrete”, advierte.
Los consejosPara el experto Seth Meyers, la clave está en descifrar lo antes posible la compatibilidad y el interés real que muestra la otra persona, frente a las manifestaciones de contacto que uno haga después de una cita. Para ello, entrega los siguientes recomendaciones:
1. ¿Cómo responde a tus llamadas telefónicas? Si no responde y te manda mensajes de texto, no hay duda. El interés es falso. Y si en forma regular está ocupado también debes poner ojo. Porque aunque no le guste hablar por teléfono debe estar dispuesto a contestar. Si no puede contestar, es el momento de dejar de insistir y continuar la búsqueda.
2. ¿Cambia de planes por una enfermedad o tiene demasiados compromisos? Si conoces a alguien que te gusta, lo más normal es hacer un esfuerzo concertado y no romper los planes en las primeras semanas de noviazgo. Pero si estás saliendo con una persona que pospone los encuentros más de una vez, esa es una señal certera de que no le interesas. O bien, si trabaja mucho y no tiene tiempo para dedicártelo o se siente demasiado invalidado por una relación anterior, tampoco es el mejor partido porque esa situación solo anulará tu autoestima, ya que no estará priorizando por ti ni está enfocando sus energías para comenzar algo nuevo. En estos casos lo mejor es seguir buscando.
3. ¿Te presenta a sus amigos de inmediato? Es un error conocer demasiado pronto a los amigos. Puede parecer una situación inofensiva pero los amigos no tendrán piedad en analizar en forma detallada a la nueva pareja y eso será incomodo para ambos. Ahora también sucede que si ese encuentro no se da es seguro que no ocurrirá. Por tanto, el interés de profundizar en el vínculo puede ser limitado.
4. ¿En qué momento del día se encuentran? En un principio, tiene sentido programar una nueva reunión para el almuerzo o un café temprano por la tarde. Sin embargo, si está realmente interesado debiera ocupar los días viernes y sábados. Ahora, si los encuentros sólo se dan por la semana y no en horario prime, no hay dudas que nuevamente sólo está mermando tu autoestima y pidiendo que sigas adelante.
5. ¿Qué hacer para salir de las dudas? Sólo preguntar. Siempre es mejor saber, que seguir desperdiciando energía mental en una relación que no llegará a puerto. ¿Cómo hacerlo? En persona, teléfono y hasta en un mensaje o mail. Si te piden una semana para pensarlo, deséchalo y evita el drama.