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Botox, la toxina de la juventud de la que no se debe abusar

30 de Abril de 2014 | 08:47 | Por Héctor Valdés
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El consumo involuntario de plantas o elementos tóxicos ha sido parte de la evolución, aprendizaje y desarrollo humano, y así ha quedado de manifiesto desde la prehistoria hasta los tiempos actuales. La historia está llena de cuentos, traiciones, incluso de asesinatos, donde se utilizaron distintas toxinas y venenos. Casualmente hoy y tras un viaje al pasado, nos encontramos con una de las sustancias más extravagantes y que actualmente se usa para sacar, eliminar y borrar nada menos que lo que le quita el sueño a hombres y mujeres de todos las épocas: la edad.

Aunque sólo sea superficialmente en esa delgada capa que llevamos fuera, la piel, internamente todos sabemos que los años no sientan muy bien. Lo llamamos experiencia de vida, sabiduría y estamos convencidos que sumarlos por dentro nos permite equivocarnos menos, mirar la vida con otros ojos y tomar mejores decisiones que cuando éramos más jóvenes. Pero esta es una dicotomía existencial propia del ser humano, el querer cumplir años por dentro pero no por fuera. ¡Qué nos lo expliquen los filósofos de nuestro tiempo, los psiquiatras o sociólogos! ¿Serán ellos quienes tendrán la respuesta a esta dicotomía?

Es normal que nos interese vivir un día más, un mes y mejor aún, muchos años más. Pero claro, no con la piel naturalmente arrugada como los ancianos griegos. Es que ya empezado el tercer milenio y desconociendo a dónde nos llevará, seguro que la línea de la juventud se irá corriendo en menos de 100 años.

El avance de la medicina nos ha permitido retroceder en el tiempo biológico y nos ha permitido que hoy ya no seamos los ancianos respetados por su sabiduría cómo los egipcios, griegos o romanos, sino que un joven del moderno, bastante ignorante y cuestionado. Nuestros conocimientos son puestos en duda a cada instante por cualquiera persona y es que en relación al conocimiento global y colectivo, el individual, es cada vez menor. Bueno, ¿y la toxina botulínica? es el descubrimiento de un brujo de nuestro tiempo, respetado por todos y que le ha permitido junto a su grupo, embolsarse más de 1.000 millones de dólares cada año, cifra que irá en aumento.

¿Y qué significa toxina?, nada malo. Si es para fines estéticos, significa algo tan elevado como rejuvenecer y proporcionar juventud y belleza. De forma personal me costó convencerme bastante tiempo. Es como los antibióticos, que van bien en algunos casos, pero al abusar mucho de ellos trae riesgos y contraindicaciones. Con la toxina botulínica se han cometido barbaridades estéticas, pero al usarlo de forma medida y discreta beneficia notablemente el rostro.

Los más de 7 millones de personas que ya lo han aplicado sólo en Estados Unidos el 2013, da una clara idea de que sin duda hoy es el favorito para eliminar el paso de los años, al menos para los que buscan un nuevo empleo, hacer negocios, convencer, seducir, gustar o simplemente agradar. ¿Quedó alguien excluido de la lista?

Nos faltarán bacterias para producir toda la toxina botulínica que necesita el planeta y también para curar otras enfermedades que utilizan toxinas como ésta. La homeopatía está llena de sustancias tóxicas con fines terapéuticos y también las vacunas que reciben nuestros hijos. ¿Entonces, que hacemos? Según algunos, utilizarla para tratar arrugas, abolir, suprimir y erradicar vacunas. ¡Ciudadanos listos para el poder!... pero sin arrugas.

Por Dr. Héctor Valdés @DrHectorValdes
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