“La vida es maravillosa. No dejes que la talla de tus pantalones determine qué tipo de vida quieres llevar”, aconseja LuAyne Brown, de Maryland, EE:UU., conocida artísticamente como Lulu y también llamada “la bailarina de caño más pesada del mundo”.
Esta ex cheerleader y enérgica deportista saltó a la fama en su país, luego de audicionar para el programa estadounidense, America's Got Talent, y aunque no logró quedar en el espacio de talentos, sumó tal cantidad de seguidores que hoy es profesora de caño y cuenta con una cantidad importante de seguidores que mantienen su popularidad en las competencias de baile en las que viene participando desde el año 2008.
Según señaló esta mujer de 29 años y 114 kilos al NY Daily News, su pasión por esta disciplina comenzó luego de haber subido de peso tras el embarazo de su primer hijo, el año 2004. “Antes de entrar a la primera clase estaba muy nerviosa, pero cuando comenzó la música se me olvidó todo (…) Me sentí atraída de inmediato y fue la primera vez en años que me volvía a sentir sexy”, relató.
Brown ha comentado a la prensa de su país que le sirvió mucho ver a otras alumnas en zapatos de aguja y diminutos shorts, pero de distintos pesos, por lo que no se sintió fuera de lugar. Sin embargo, su largo camino por el caño, que se profundizó con más fuerza tras el nacimiento de su segundo hijo, no ha estado exento de las burlas de otras personas.
Al tener un propio canal de YouTube, no es raro que de vez en cuando aparezca algún comentario peyorativo sobre su cuerpo e incluso, tal como ella ha indicado, otras bailarinas la han llamado directamente “gorda” o “ballena varada”. “¿Por qué debe importar el tamaño de mis caderas si puedo bailar?”, se preguntó Brown.
Al otro lado del Atlántico, Emma Haslam (27 años y madre de tres niñas) hace lo suyo, con un video que acapara más de 11 millones de reproducciones, y que la muestra en su participación en la versión británica del mismo programa de tv en el que salió Brown, Britain's Got Talent.
Allí, Haslam dejó boquiabierto al jurado y al público que poco creyeron que una mujer con evidente sobrepeso pudiera moverse con tanta agilidad y encanto en el caño.
“No me importa cuánto peses. Eres brillante en lo que haces”, le dijo Alesha Dixon, una de las personas que permitió con su votación que la bailarina llegara hasta las semifinales del espacio televisivo.
Y aunque no ganó la final, la prensa de su país acaba de informar que ya firmó un contrato con una marca de ropa para modelar sus tallas grandes. “Cuando vimos a Emma, pensamos que sería grandioso verla promoviendo esa imagen positiva del cuerpo”, dijo al Daily Mail un representante de la marca que hoy viste a Haslam.
Por su parte, y reflexionando sobre los ejemplos de belleza que se promocionan en los medios de comunicación, Brown declaró al The Huffington Post en julio, que espera no solo triunfar en alguna competencia de caño, sino que también poder ser un ejemplo de confianza con la forma corporal femenina.
“Vemos tantas imágenes de cómo debiera ser un cuerpo, pero debes amarte desde el primer y hasta el último día de tu vida”, aseguró.