La mujer romántica y moderna de Rochas
Respetuoso de los códigos de la casa Rochas, el italiano Alessandro Dell'Acqua presentó una colección destinada a una mujer romántica aunque con toques de modernidad.
Vestidos con faldas muy largas -algunas hasta el suelo- con juegos de transparencias y abundante tul, que exageran las curvas femeninas, sobre todo en las caderas. Hay cuellos muy cerrados que dan un toque estricto al conjunto. La cintura es en cambio altísima: el cinturón sube en algunos casos hasta por encima del busto, para dar un efecto que evoca la vestimenta tradicional japonesa del kimono.
"El cinto 'obi' se vuelve un poco sport", comentó Dell'Acua a la AFP tras el desfile. Según el creador napolitano, al frente de la creación para Rochas desde hace un año, su colección "combina una mujer ligera, romántica, pero que también tiene acentos 'sport'.
Es sin duda una mezcla de situaciones, con cosas que vienen de principios del novecientos -como las siluetas verticales- con elementos actuales" del sportswear. Dominan los tonos carne y verde agua. Para la noche, conjuntos negros y otros de espectacular dorado.
Estricta, sexy pero no sexual
Según el diseñador Marcel Marongiu, la parisina elegante, a la hora de vestirse "mezcla, tiene estilo propio y no es fashion victim". Su colección para Guy Laroche, bastante fácil de llevar, juega con los contrastes, aunque todo permanece siempre dentro de un gran rigor formal.
La elegancia pasa antes que la tendencia, el estilo prima sobre la moda. "Es estricto pero alegre, sexy pero no sexual", explicó el creador a la prensa tras el desfile. Sus modelos exploran los códigos andróginos que forman parte del ADN de Guy Laroche, con overoles estructurados que se llevan como un esmóquin, asociados al top de un bikini.
Utiliza nuevas materias y nuevas formas de asociarlas, gracias a la técnica laser, a bordados con plexiglas y tejidos a mano. El resultado es a la vez artesanal y futurista, discretamente sofisticado.
Sueño de una noche de verano
El verano soñado por Dries Van Noten está poblado de mujeres con cabellera larga y deshecha, como las heroínas prerrafaelitas y sus vestidos brillantes o rayados: el belga presentó un himno a la naturaleza. La pasarela es una alfombra hecha a mano imitando vegetación y se escuchan los cantos de los pájaros.
El ensueño comienza con una sucesión de materias suntuosas, brillantes y flotantes, cortadas en bermudas, pantalones o vestidos. Fiel al estilo chic y bohemio de la marca, la colección asocia estampados y motivos a rayas, túnicas ultraligeras que se llevan sobre pantalones.
La paleta de tonos se inspira del cuadro "Ofelia" del pintor John Millais, prerrafaelita inglés del siglo XIX. "Es el sueño de una noche de verano", comentó a la prensa el creador instalado en Amberes. A la mujer que se viste con Van Noten "le gusta la naturaleza, ir a los festivales de música, no seguir las reglas: se pone lo que quiere".
Al desfile asistió el rapero norteamericano Kanye West. Dries Van Noten definió la colección como "una gran cantidad de ropa bella hecha con materias también muy bellas". Y tal vez para romper el carácter onírico de la colección, los conjuntos se llevaron con sandalias compensadas, blancas, de aspecto sportswear. Deliberadamente "ancladas al suelo", aclaró Dries Van Noten.