“Historias como la mía no son únicas, pues se han dado, se dan y se darán miles de veces a lo largo de la historia de la humanidad. De ahí que mi nombre sea irrelevante, aunque ya lo conozcas. No soy un héroe. Tampoco un salvador. Soy una persona normal y corriente, como tú. Una persona con virtudes y defectos”, es la presentación que hace el joven español que decidió poner en pausa su propia vida, en su blog oficial
Diario de un Cuidador.Es que para Pablo Barredo, el que su madre fuera diagnosticada de Alzhéimer el 2008, casi al mismo tiempo en que había enviudado, fue motivo suficiente para retribuir los cuidados y afectos recibidos por ella toda su vida.
“Cuando él se fue, mi madre entró en un completo -y muy comprensible- estado de shock, en el que omitió a su marido de su cabeza. Ella había acarreado a lo largo de toda su vida un historial de ciclotímia y angustia anticipada; por las que había sufrido tremendamente”, relata Barredo en la primera versión de su blog.
Por lo que el proceso del duelo le devino muy fuerte, tanto que su mente no pudo soportar tanto dolor, y de la noche a la mañana implosionó, desconectándose en cierto sentido. Él no dudó ni un segundo que debía asumir la difícil tarea de cuidarla, a pesar que era el pequeño de 8 hermanos, hombre, joven y soltero.
“Ella había hecho lo mismo conmigo cuando yo era pequeño y teníamos una sintonía y una relación muy estrecha”, contó en una entrevista publicada en el diario español ABC.
No fue nada de fácil. Los primeros meses, según escribe en su blog, fueron de una sensación de angustia, de desconcierto, de impotencia y de desconocimiento por lo que ella y él, como personaje secundario de la historia, estaban comenzando a vivir.
“Nadie, entonces, me advirtió de lo que los dos íbamos a experimentar desde ambas caras de la misma moneda que juntos conformábamos”, detalla en su web. Pero no le importó, sus ganas de servir, ayudar y amar a su madre eran razones poderosas para no desertar.
Aunque en esta misma vivencia asumió que debía aprender a dominar y sobrepasar las situaciones extremas que esta enfermedad enfrenta. “Tenemos que habituarnos a hacer de equilibristas, malabaristas, contorsionistas, domadores, payasos y maestros de ceremonias; a transformarnos en todo aquello que el Alzheimer nos exija, por el bien de nuestros seres queridos. No nos queda otro remedio”, escribe.
Líder de opinión y activista socialEl ímpetu y las ganas de Barredo no quedaron sólo entre cuatro paredes, sino que animado por una amiga al inicio de su nueva vida, comenzó a contar su historia en un tímido blog.
Sin embargo, la veracidad y calidez de sus palabras junto con sacar de la sombra a la figura del cuidador, llevaron a que su web en breve tiempo, se convirtiera en una de las plataformas más importantes sobre esta enfermedad, contando con una audiencia por post de entre 1.5 y 14 millones de personas semanalmente a nivel mundial y tiene
en Facebook a más de 287.000 seguidores.
Pero ese éxito no fue lo único que retribuyó su experiencia. También publicó un libro que lleva el mismo nombre, que es el primer texto escrito por un cuidador para cuidadores.
Ahora, Pablo Barredo es líder de opinión, conferencista y activista social para crear conciencia de la enfermedad y las difíciles y extremas vicisitudes por las que atraviesa un cuidador, llamado también
la segunda víctima directa del Alzhéimer.
“Los cuidadores tienen una carencia tremenda de información y de ver y saber cómo la enfermedad les afecta a ellos. De buscar espacios donde se sienten comprendidos, donde se pongan las vivencias y las emociones de cara a la sociedad”, dijo.
Y aunque su madre falleció tras 5 años de la enfermedad, en mayo del 2013, él continúa. “Yo sólo he sido un cuidador de Alzhéimer más. Ahora, soy cuidador de cuidadores”, y agradece los momentos dulces y de hiel que vivió siendo el cuidador de su madre.
“Gracias al Alzhéimer por haberme enseñado a ver el mundo desde otra perspectiva. Por haberme hecho más humilde y bueno, si cabe. Por empujarme a superar mis miedos e inseguridades. Por darme fuerza para luchar”, fueron las palabras reflexivas que publicó al morir su madre.
Sin duda, su vida le cambió completamente y no sólo por las nuevas rutinas que tuvo que traspasar, sino porque pudo conocer de verdad lo que es el amor, la compasión y el sacrificio.
“Le doy gracias también por haberle dado muerte a mi ego y por haberme hecho entender la importancia del dar sin esperar nada a cambio”, resaltó. Su esfuerzo sigue dando frutos debido a que “Diario de un Cuidador” en los próximos meses se convertirá en la primera fundación a nivel mundial dedicada a la figura del cuidador de Alzhéimer.
“Nuestra misión será volcarnos en ellos, protegerlos, ofrecerles ayuda, asistencia, herramientas que mejoren su calidad de vida desde el momento en el que se inician como tales, durante todo el proceso de cuidado y también una vez su labor llega a su fin.
Ellos necesitan que se les pregunte cómo están”, declaró a la prensa española. Para saber, en Chile, existe la
Corporación Alzhéimer que ofrece asistencia psicológica grupal los días jueves de 16.00 a 18.00 horas con aporte voluntario de $1.000 e individuales.