Mantener una dieta equilibrada es fundamental para la prevención de enfermedades, en mi columna anterior ya lo vimos. Esta vez me gustaría compartir con ustedes algo que podría ser lindo y divertido para practicar en la casa con amigos y nuestros niños: el cocinar con diferentes colores en nuestra preparación, lo que además es un real aporte a la salud, como les contaré.
El arte de combinar colores los descubrieron otras cultura hace muchísimo tiempo, como la italiana y la japonesa, por ejemplo, que son excelentes referentes en este ámbito. Ellas incorporan diferentes vegetales y productos a cada elaboración, con colores entre los que podemos destacar como básicos los blancos, verdes, naranja, amarillos, rojos y violetas.
Además de vitaminas, las frutas y las verduras aportan hidratos, minerales, fibra y proteínas, nutrientes que aún se están investigando por toda su potencialidad. Los vegetales en su adaptación natural han desarrollado estos protectores que les ayudan a combatir las infecciones, lo que les permite superar las inclemencias y las presiones de su entorno de modo de sobrevivir y desarrollarse. Ahora nos los regalan a nosotros a través de la comida.
Estos son los beneficios para la salud de cada color:
• Blanco (ajo, cebolla): Antibiótico y expectorante, entre otros beneficios.
• Rojo (tomate, frutilla): Antioxidantes y bajo contenido en calorías
• Amarillos y naranja (naranja, zanahoria, choclo, zapallo): Betacaroteno, carbohidratos y vitamina C, entre muchos más.
• Violeta o morado (arándano, repollo morado): Antioxidante y tratamiento contra alergias.
• Verde (se encuentra en la mayoría de los vegetales): Propiedades digestivas y estimula el hígado.
Por supuesto, esto es solo una pincelada y la profundización de las propiedades nutricionales de cada color depende de ustedes. Los invito a jugar con tonos diversos en nuestras mesas… ¡la vista nos irá guiando!
Éxito, José Antonio Menares, chef de Caffe Armani