“Las personas quisieron adquirir un poco de la historia de Inès”. Esa fue la explicación que dio el director de una marca de ropa japonesa, para explicar cómo y por qué la colección que creó Inès de la Fressange (
@lafressange) para la tienda nipona, se vendió como pan caliente, el pasado abril.
La ex modelo, por años musa de Chanel, ícono parisino y referente de estilo, a sus 56 años continúa marcando la pauta cuando se trata de vestir y de hacerlo con elegancia. No por nada, cuando lanzó su colección de ropa para la marca Uniqlo, bastaron unos días para que se agotaran algunos artículos.
Algo parecido pasó con su libro “
La parisina” (Editorial Grijalbo),
su propia guía de estilo que De la Fressange publicó el año 2010 y que a la fecha, ha sido publicada en 20 idiomas, vendiendo más de un millón de ejemplares. Allí, la admirada mujer entrega su visión de la elegancia y de cómo ha logrado mantener desde los 17 años, edad en la que se lanzó al estrellato en la pasarela, la batuta cuando se trata de dictar cátedra del buen vestir. "Durante mucho tiempo no lo creía, me decía que la parisina es como las otras mujeres, pero la verdad es que logra un estilo con ropa nada cara, y sabe valorizarse ella y no la ropa que lleva", aseguró.
“(Pero) no es necesario haber nacido en París para tener el estilo de una parisina”, dice en su libro. “La parisina nunca cae en la trampa de las tendencias: las deja infusionar y se sirve una taza en el momento oportuno”, explica, dando las bases que conforman su estilo.
En el texto, que en Chile es posible adquirir solo a través de internet, la modelo destacó lo que considera los principales errores a la hora de vestir.
En ropa interior, para De la Fressange, no sería bien visto no usar sostenes, sea cual sea la talla de busto, o llevarlos con tirantes transparentes –mejor mostrarlos o sacárselos a la prenda si es necesario.
La autora también propone escoger entre llevar un collar o pendientes, nunca juntos. “En cuanto a cargarte de pulsera + anillo + reloj + pendientes + collar… ¡No, no y no! ¡Ni siquiera en Navidad!”, escribió, agregando que tampoco está muy de acuerdo con los piercings.
De la Fressange también le hace la guerra a las botas blancas con flecos, los postizos en el pelo, el conjunto de sandalias y calcetines blancos, poleras con mensajes “divertidos” como “busco marido rico”, o los vestidos de leopardo y un escote “de vértigo”.
Lo que la modelo propone es lo que los franceses llaman “sans effort”, es decir, no mostrar desesperadamente que alguien se está esforzando demasiado por un look determinado. Y para esto, se necesita “confianza en una misma y sonreír”, aseguró, entregando varios trucos que resaltan una actitud impredecible y desenfadada al vestir.
Por ejemplo, llevar unos jeans gastados con una elegante blusa de seda o al revés, un pantalón de sastre con una camiseta de algodón. O un vestido de noche con un chaleco de cachemir, en vez de un añejo y trillado echarpe. “No hay que mostrarse cool, sino serlo”, escribió.
“Pensaré en recurrir al bótox cuando admire sus resultados. De momento, no me convence”, señaló la mujer, que, en cuando a maquillaje y cuidado personal, además de los clásicos consejos de desmaquillarse todos los días, “incluso si no te maquillas”, variar el hábito de ir natural de día y pintada de noche. “Vale más ir natural y fresca por la noche (…) Es más divertido”.
Asimismo, comentó que, en vez de gastarse una millonada en cremas, mejor invertir en el dentista, ya que “una bonita sonrisa”, hace olvidar arrugas, manchas o cualquier efecto del paso del tiempo.
