Archivo El Mercurio (imagen referencial)
SAN FRANCISCO.- Las gaseosas y otras bebidas azucaradas contribuyen a los problemas de salud en San Francisco, dijeron supervisores al votar por unanimidad para aprobar la colocación de advertencias en la publicidad para este tipo de bebidas.
La industria de las bebidas carbonatadas ya dijo que podría pedir el bloqueo de la medida, mientras los partidarios dijeron que tratarán de expandir el requerimiento a otras partes fuera de la ciudad.
Se cree que San Francisco podría ser el primer lugar en Estados Unidos en incluir este tipo de avisos si la Junta de Supervisores da su segunda aprobación la siguiente semana y el alcalde permite que entre en vigor.
Los esfuerzos para lograr esto a nivel estatal han fracasado este año, como pasó con un referendo en la ciudad el año pasado con un impuesto a las bebidas azucaradas.
"Se está considerando otro intento de aplicar un impuesto a las bebidas azucaradas", dijo John Maa, médico general e integrante de la junta de la organización cardiológica American Heart Association en San Francisco, que abogó por la ordenanza aprobada el martes.
La norma define como azucaradas aquellas bebidas con más de 25 calorías de endulzantes agregados por cada 350 mililitros. La publicidad para bebidas como Coca-Cola Zero y otras gaseosas sin calorías no necesitarían la advertencia, pero la Coca-Cola regular sí.
La ordenanza también pide avisos para otros productos, como las bebidas energéticas o deportivas, las aguas vitaminadas y tés helados que excedan el límite de 25 calorías. La leche y los jugos de frutas y/o vegetales 100% naturales están exentos.
La etiqueta deberá decir "ADVERTENCIA: Las bebidas con azúcar añadida contribuyen a la obesidad, diabetes y caries. Este es un mensaje de la ciudad y el condado de San Francisco".
La ordenanza obligará a que la advertencia esté en vallas publicitarias, muros, taxis y transporte público. Las latas de gaseosas y botellas no tendrán que incluir la advertencia.
La propuesta fue rápidamente aprobada con una votación de 11-0, así como otras dos medidas enfocadas en reducir el consumo de bebidas azucaradas.
El azúcar líquido es el nuevo tabaco en cuanto a problemas de salud pública, según afirman algunos activistas por la salud. Berkeley aprobó un impuesto el año pasado, el primero en todo el país.
Una propuesta prohibiría los anuncios de refrescos en propiedades de la ciudad, como San Francisco ya lo hace con el tabaco y el alcohol.