Si Roma es conocida por sus siete colinas, Valparaíso lo es por sus 42 cerros que le dan vida a la cuidad puerto declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003, y que por años ha sido destino obligado de turistas locales y extranjeros que se lanzan a recorrer sus empinadas y antiguas calles para descubrir bellas obras arquitectónicas que dan cuenta del glorioso y próspero pasado que alguna vez tuvo esta ciudad y que hoy intenta preservar.
Para quienes deseen pasar algunos días en esta bella ciudad el primer consejo es buscar un buen hotel que permita al visitante acceder a las principales atracciones de la urbe y que sea garantía de comodidad para un buen descanso.
Juan Pablo Ozaki, product manager Chile en COCHA, explica que la elección del hotel no es algo menor, ya que en el caso de Valparaíso el turista se puede alojar en un buen establecimiento y que además tenga un pasado histórico o bien sea el punto de encuentro de moda.
Su primera recomendación es el Palacio Astoreca, un hotel que sobresale “por su historia, su emplazamiento físico, y porque es inconfundible y único”, dice el ejecutivo de la agencia de viajes.
Si bien el hotel data solo del año 2012, fecha desde la cual se ha transformado en uno de los mejor evaluados en el país, su edificio es uno de los más característicos del casco antiguo de la ciudad puerto y su ubicación ofrece una vista privilegiada de la ciudad y la bahía.
A pasos del conocido paseo Yugoslavo, en el Cerro Alegre, la estructura del hotel Palacio Astoreca está compuesta por dos edificios donde destaca la antigua mansión estilo victoriano de la década del 20 que es un monumento patrimonial de la ciudad y que fue cuidadosamente restaurada. Inmediatamente al lado se levantó un edificio más moderno pero que conserva la fachada original de la casa antiguamente ahí emplazada.
El hotel cuenta 23 cómodas y lujosas habitaciones, además de un spa, un reconocido restaurante, una cava de vinos, un piano bar, una biblioteca y una exquisita terraza con una vista increíble de los alrededores.
Juan Pablo Ozaki añade que otra alternativa para buscar alojamiento en Valparaíso es el conocido Hotel Zero, “porque es una casona cuyas paredes también tienen historia, y cuenta con excelentes vistas a la bahía”, asegura.
Este hotel ofrece un bello Winter Garden donde tomar desayuno, apreciando su más que recomendable vista panorámica de la ciudad y sus cerros. Además destaca su Honesty Bar donde no hay barman y los huéspedes se sirven tal cual estuvieran en su casa.
El edificio del Hotel Zero es una casa que data de 1880 y ofrece a los visitantes una increíble vista del Océano Pacífico y de los barcos que entran y salen del puerto, además de las espectaculares puestas de sol.
Finalmente, dice el ejecutivo de COCHA, no podía quedar fuera de esta recomendación el Hotel Fauna, “que es juvenil y ondero, en medio del cerro, con una muy buena terraza y un excelente bar-restaurante”.
Este hotel fue idea de cuatro amigos que se dieron a la tarea de recuperar una casa estilo victoriano ubicada en el pasaje Dimalow en el cerro Alegre.
Su objetivo era volver a habilitar la estructura pero conservando lo más posible sus materiales y técnicas de construcción y que destaca por estar literalmente adosada al cerro y contenida por un muro de rocas tal como se edificó en 1870. Sus muros son de adobillo y tiene vigas de pino oregón y roble.
El bar y el restaurante de este hotel fueron ubicados en el cuarto piso, lo que les permite tener una vista privilegiada al cerro Concepción y ser el escenario perfecto para disfrutar del menú que ofrece su cocina.
Sus habitaciones son modernas y cómodas pero adornadas con paredes y suelos de madera reciclada para dar ese aire que evoca lo antiguo y la historia del edificio. De hecho, algunas de sus habitaciones tienen a la vista las paredes de roca viva, lo que entrega un encanto inigualable para el turista que se aventura en esta histórica ciudad de Chile.