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Estudio británico determina que los sandwiches contaminan lo mismo que los autos en Reino Unido

El consumo anual de este alimento equivale al efecto de la huella de carbono provocada por el uso de 8,6 millones de autos. Los más contaminantes son los de huevo, tocino y salchicha.

26 de Enero de 2018 | 11:58 | AFP
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El Mercurio
LONDRES.- El sandwich forma parte básica de la alimentación de los ciudadanos del Reino Unido, siendo uno de los productos más demandados. Sin embargo, este popular alimento esconde un efecto de contaminación del que no muchos eran conscientes hasta ahora.

Según un estudio de la Universidad de Mánchester, el impacto del consumo anual de sandwiches, cifrado en 11.500 millones en el país según datos de la Asociación Británica del Sandwich (BSA), tiene las mismas consecuencias para el medio ambiente que el uso de más de 8 millones de autos.

Este consumo anual "genera de media 9,5 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente, o sea el uso anual de 8,6 millones de autos", explicó la profesora Adisa Azapagic, citada por la universidad.


La investigación consideró todos los factores que implica la elaboración de un sandwich; los ingredientes y su desperdicio, el envasado, su refrigeración y su producción.

De acuerdo a la BSA, una mitad de los sandwiches comidos al año en el Reino unido son elaborados en la casa y la otra se venden en comercios, habitualmente transportados hasta ahí, empaquetados en envoltorios desechables y conservados en la nevera.

En este sentido, los investigadores estudiaron la huella de carbono de 40 tipos de productos diferentes, y concluyeron que los peores para el entorno son los de carne de cerdo (tocino, jamón o salchichas) y aquellos que contienen queso o gambas.

El tipo de sandwich más contaminante es el de huevos, tocino y salchicha que se vende en las tiendas, cuyo proceso de principio a fin repercute lo mismo que un auto circulando 19 kilómetros. El de menor impacto es el de jamón y queso hecho en casa.

Los investigadores creen que la huella de carbono de estos alimentos podría reducirse un 50% si se cambiaran las recetas, el envoltorio, reciclaje y su fecha de caducidad, que podría alargarse ahorrando así 2.000 toneladas de residuos por año.