Rocha da Silva quedó en libertad tras pagar una fianza, pero deberá enfrentar un juicio.
Policía Militar de Sao Paulo / Pantallazo
SANTIAGO.-
"Soy un ladrón y un vacilón". Esa fue la frase que en junio pasado y
a modo de castigo, un tatuador
grabó en la frente de un joven de 17 años, quien supuestamente intentó robar una bicicleta.
El caso se hizo conocido en todo el mundo, luego de que el Colectivo Afroguerrilha lanzara una campaña para reunir dinero y borrar la vergonzosa frase de la frente del joven, quien -según su familia- era adicto a las drogas y tenía problemas mentales.
Más de ocho meses han pasado desde aquel episodio y el joven, hoy de 18 años,
volvió a ser noticia luego de que fuera
atrapado robando latas de desodorante en un supermercado de Sao Paulo.
Según informó la policía, Ruan Rocha da Silva fue visto alrededor de las 19:40 horas del sábado, escondiendo objetos entre su ropa. Cuando
fue detenido, el joven tenía cinco latas de desodorante que había sustraído.
Rocha da Silva
fue liberado tras pagar una fianza de mil reales (unos 184 mil pesos) y deberá enfrentar un juicio. Sus cercanos argumentaron que
el joven recayó en el consumo de drogas y que por esa razón cometía delitos.
Esa versión fue confirmada por Sergio Castillo, el dueño de la clínica donde el joven es tratado luego del episodio del tatuaje. "Para evitar mayores rumores, informamos que
el paciente Ruan Rocha (el joven que fue tatuado en la frente) cuya historia es de conocimiento de todos (...) s
e encontraba en fase de resocialización, cuando se ausentó en la clínica y tuvo un lapso de recaída", publicó Castillo en redes sociales.
El dueño de la clínica agregó que el joven
fue rescatado y retomó su proceso de recuperación. "Es importante que todos sepan que
la dependencia química es una enfermedad crónica e incurable, pero con posibilidades de recuperación", concluyó Castillo.
Rocha da Silva joven aún tiene restos del tatuaje que Maycon Wesley Carvalho do Reis hizo sobre su frente el año pasado.
El tatuador fue hallado culpable del delito de tortura, y recibió una sentencia de tres años y cuatro meses de prisión.
