Anil Prabhakar / Captura Instagram
La
fotografía de una orangutana que tiende la mano a un hombre en un estanque en la isla indonesia de Borneo, se ha hecho viral gracias al
misterio que rodea a la intención con la que el simio realiza el gesto.
Medios de todo el mundo publicaron la imagen, asegurando que
el animal intentaba ayudar a la persona que estaba sumergida en un río infestado de serpientes. Pero lo cierto es que
la historia es otra.
"¿Puedo ayudarte?
Cuando muere la humanidad en el ser humano, los animales a veces guían nuestros principios", reza el pie de la publicación en Instagram
de Anil Prabhakar, fotógrafo que capturó la imagen que desde el pasado 23 de enero ha alcanzado más de 71 mil "me gusta" en la red social.
La fotografía
fue tomada en un centro de rehabilitación de orangutanes de la provincia de Borneo Oriental, y
muestra la interacción entre Anih y uno de los trabajadores de la Fundación para la Supervivencia del Orangután de Borneo (BOSF, en inglés) que
se encontraba limpiando un estanque de sedimentos y pastos, según confirmó este martes la ONG.
El director ejecutivo de BOSF, Jamartin Sihite, señaló en un comunicado que, aunque
no está claro si el simio esté ofreciendo ayuda o pidiendo alimento, la fotografía hace plantearse la manera en la que tratamos a los animales salvajes, entre ellos los que, como el orangután de Borneo, están en peligro de extinción.
La orangutana, de 25 años y que conoce desde hace dos décadas al técnico de mantenimiento que aparece en la foto, Syahrul,
es uno de los simios que permanecen en zonas acotadas y rodeadas de agua, ya que no pueden ser devueltos a la vida salvaje a causa de sus lesiones, trauma o largos periodos en cautividad.
"El número de orangutanes como Anih, que no pueden ser liberados, es demasiado alto", lamentó Sihite, antes de aclarar que, aunque la interacción de
la orangutana con humanos se limita a veterinarios y otros conservacionistas,
todavía depende del hombre.
Cientos de orangutanes mueren cada año por la deforestación y la caza furtiva, sobre todo de crías, en Sumatra y Borneo, donde la fragmentación de su hábitat por la construcción de carreteras, cultivos e industrias amenazan a la especie.
El año pasado, los devastadores incendios que arrasaron Sumatra y Borneo y se intensificaron el pasado septiembre, fueron provocados para abrir paso a plantaciones, principalmente de aceite de palma, que obligaron al rescate de decenas de ejemplares, según organizaciones ecologistas.
El Gobierno estima que
71.640 orangutanes viven entre la isla de Sumatra y la isla de Borneo -que Indonesia comparte con Malasia y Brunei-,
pero la población está en declive, según un estudio gubernamental publicado en 2017.