La especie a la que pertenecía Rafiki (en la imagen) está en peligro de extinción.
AP
Un tribunal de Uganda condenó a
11 años de cárcel al cazador furtivo que a principios de junio mató a Rafiki, uno de los gorilas de montaña más populares del Parque Nacional del Bosque Impenetrable de Bwindi (suroeste), según anunciaron las autoridades del país africano.
El director ejecutivo de la Autoridad para la Vida Salvaje de Uganda (UWA), Sam Mwandha, calificó
esta sentencia como "un mensaje para todos los cazadores furtivos".
"Cuando una persona mata a un animal, todos perdemos; por eso
pedimos a cada ciudadano que nos ayude a preservar la vida salvaje para las generaciones futuras", afirmó Mwandha en un comunicado.
El miércoles, el tribunal de primera instancia de Kabale (suroeste) declaró a Felix Byamukama, un ciudadano ugandés,
culpable de matar al gorila, entrar ilegalmente en el citado parque nacional y cazar a otros animales para comerciar con su carne.
Cuando
las autoridades arrestaron a Byamukama el pasado 4 de julio, el cazador tenía en su posesión carne de hilóquero (una especie de cerdo salvaje) e instrumentos para cazar.
Byamukama
confesó haber matado a Rafiki en defensa propia, después de haber sido sorprendido y atacado por el primate mientras caminaba por el bosque con tres compañeros.
Rafiki, que significa "amigo" en suajili, era el macho de espalda plateada (dominante) de la familia de Nkuringo, formada por 17 miembros, además de ser
una figura muy aclamada entre los ugandeses y los visitantes del parque.
Tras perder sus medios de subsistencia por el confinamiento que Uganda impuso a finales de marzo para combatir el covid-19,
algunos ugandeses están recurriendo a la caza furtiva para alimentarse o conseguir ingresos adicionales, según las autoridades medioambientales del país.
Solamente en el parque nacional de la Reina Isabel (suroeste), las autoridades arrestaron a más de 60 furtivos entre marzo y mayo.
Los gorilas de montaña son una especie en peligro de extinción, a pesar de que sus poblaciones están creciendo lentamente.
Según el último censo, publicado a finales de 2019 por los gobiernos de la región y algunas organizaciones para la conservación de la naturaleza,
existen alrededor de 1.063 ejemplares de gorilas de montaña en las cordilleras que marcan las fronteras de Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo.