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Hombre con enfermedad incurable que quería transmitir su muerte fue hospitalizado por deshidratación en Francia

Alain Cocq se trató, alimentó e hidrató por último día el viernes en la noche, y su intención era difundir el fin de su vida a través de Facebook. Sin embargo, la red social le prohibió la publicación de videos.

08 de Septiembre de 2020 | 11:44 | Redactado por M. Francisca Prieto, Emol
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Reuters
Alain Cocq, el francés que padece una enfermedad incurable, y que decidió poner fin a su vida y transmitir su muerte en Facebook, se encuentra hospitalizado desde el lunes con un cuadro grave de deshidratación.

El hombre de 57 años anunció la semana pasada que abandonaría sus tratamientos, y dejarían de alimentarse e hidratarse, a partir del viernes "a la hora de acostarse".

Asimismo, desde ese momento difundiría a través de la red social, el final de su vida que estimaba duraría entre "cuatro y cinco días". Sin embargo, según informó el propio Cocq a sus seguidores, Facebook le prohibió la publicación de videos hasta este miércoles el 8 de septiembre.

"Aunque respetamos su decisión de querer atraer la atención sobre esta compleja situación, en base a los consejos de expertos hemos tomado medidas para impedir la difusión en directo en la cuenta de Alain, pues nuestras normas no permiten la representación de intentos de suicidio", declaró por su parte un portavoz de la red social.

No obstante, el francés continuó adelante con sus intenciones, lo que provocó que este lunes fuera internado en el Hospital Universitario de Dijon afectado de una grave deshidratación.

Así lo confirmó Sophie Medjeberg, vicepresidenta de la Asociación Handi-Mais-Pas-Que -asociación que defiende los derechos de las personas con discapacidad o enfermedades discapacitantes- y designada por Cocq para hablar con los medios de comunicación, según lo informó la cadena RTL en su página web.

"Como dejó de comer, vomitó todo el día de ayer (domingo) y sufre una deshidratación importante. Alterna las fases de conciencia e inconsciencia", sostuvo Medjeberg.

La enfermedad que padece Cocq es extremadamente rara y ni siquiera tiene nombre. Esta provoca que las paredes de sus arterias se peguen, provocando una "isquemia", es decir, un paro o insuficiencia de la circulación sanguínea en un tejido u órgano.

El francés está paralizado desde hace 34 años, ha sido sometido a nueve operaciones en cuatro años y es víctima de descargas eléctricas cada "dos o tres segundos".

"Mis intestinos se vacían en una bolsa. Mi vejiga se vacía en una bolsa. No puedo alimentarme, así que me ceban como a un ganso, con un tubo en el estómago. Ya no tengo una vida digna", ha asegurado.

Intentando encontrar una solución a su situación, Cocq escribió al Presidente Emmanuel Macron, para que autorizara a un médico a recetarle un barbitúrico y poder "partir en paz". Sin embargo, el Mandatario le respondió: "Puesto que no estoy por encima de la ley, no puedo acceder a su demanda".

Con su decisión de dejar de tratarse, alimentarse e hidratarse, el hombre aseguró que busca "mostrar a los franceses lo que es la agonía impuesta por ley", con la esperanza de que a futuro una ley permita unos cuidados de fin de vida que eviten "sufrimientos inhumanos".
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