La ministra de Exteriores australiana, Marise Payne, agradeció a Qatar que haya dado los "primeros pasos" para investigar el trato vejatorio a varias pasajeras, incluidas australianas, informaron este sábado las autoridades australianas.
Payne y su homólogo qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, hablaron ayer sobre la polémica, en la que las mujeres fueron sometidas supuestamente a exámenes ginecológicos después de que las autoridades encontraran a una recién nacida en un contenedor de basura del aeropuerto internacional de Doha.
"La ministra Payne expresó su
confianza en que el Gobierno qatarí examinará a los responsables implicados de manera justa y equitativa", según un comunicado del Ministerio de Exteriores australiano.
El Gobierno de Qatar dijo ayer que
identificó a los responsables que realizaron supuestos análisis ginecológicos a pasajeras de, al menos, diez vuelos.
En una nota, la Oficina de Comunicaciones del Gobierno qatarí dijo que la i
nvestigación preliminar de los hechos apunta a que
"los exámenes realizados a varias pasajeras" por las autoridades del aeropuerto tras el hallazgo de la recién nacida, "indican que
los procedimientos estándar no fueron respetados".
"Los responsables de estas infracciones y acciones ilegales han sido remitidos a la Fiscalía", se apunta en la nota, sin mencionar si las pasajeras fueron sometidas a exámenes ginecológicos.
"Lo que ocurrió es
totalmente incompatible con la cultura y los valores de Qatar", se señala en el comunicado.
El pasado 2 de octubre, se encontró una
recién nacida dentro de una bolsa de plástico escondida en un contenedor de basura en el Aeropuerto Internacional de Hamad de Doha, algo que el Gobierno de Catar calificó de
"intento de asesinato".
Las autoridades del aeropuerto
rescataron a la niña, que se encuentra a salvo en un hospital de Doha, y
se inició "una búsqueda urgente para evitar que los autores del horrible crimen escaparan".
Entre las pasajeras afectadas hay mujeres que viajaban a Australia y su avión hacía escala en Doha.
Australia se quejó del trato
"ofensivo" y "extremadamente inapropiado" a las pasajeras, que no fueron informadas de manera adecuada de la razón del procedimiento y muchas de ellas quedaron traumatizadas.
