Según la Policía, "no hay dudas" de que la mujer "sabía que su tío estaba muerto".
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La Justicia brasileña decretó este jueves la
libertad provisional para la mujer que llevó a su tío muerto en una silla de ruedas a un banco de Río de Janeiro, y que
será juzgada por los delitos de "tentativa de estafa" y "profanación de cadáver".
La jueza Luciana Mocco aceptó la denuncia presentada por la Fiscalía al apreciar "indicios mínimos de autoría y materialidad" por parte de
Érika de Souza, dentro del caso conocido como 'Tío Paulo', de gran repercusión internacional.
La magistrada, sin embargo, rechazó la mantención de la prisión preventiva, como solicitaba el Ministerio Público, y puso a la mujer en libertad provisional al tener "residencia fija", "no representar un peligro para la instrucción" ni tampoco suponer un "riesgo para el orden público".
"A pesar de la gran repercusión del caso en las redes nacionales e internacionales, ya que el video tomado en el interior de la sucursal bancaria fue ampliamente difundido en las redes sociales", no se justifica "la medida excepcional de privación de libertad", valoró en su decisión.
Sin embargo, la jueza le impuso medidas cautelares, entre ellas
comparecer todos los meses en el juzgado y no ausentarse de Río por un plazo superior a siete días, salvo autorización expresa del tribunal.
Los hechos sucedieron el pasado 16 de abril en una agencia bancaria de Bangú, un barrio en la zona oeste de Río.
Según la Fiscalía, Érika de Souza, de forma "consciente y voluntaria", profanó el cadáver de su tío Paulo Roberto Braga, al que cuidaba, tras trasladarlo a una agencia bancaria y haber permanecido en el lugar, "incluso tras su muerte".
Su objetivo era sacar un préstamo de 17.975 reales (unos $3.355.000) a nombre de su tío, lo que para la acusación demuestra un
"total desprecio y una falta de respeto" hacia su pariente, que al parecer llevaba muerto algunas horas.
Una empleada de la sucursal grabó con su celular cómo la acusada intentaba sostener erguida la cabeza de su tío, al que también hablaba como si estuviera vivo: "Tío, ¿está escuchando? Necesita firmar. Si no firma, no hay manera. Yo no puedo firmar por usted".
En paralelo,
también fue abierta una investigación contra ella por "homicidio imprudente".
Para la Policía "no hay dudas de que sabía que su tío estaba muerto" y sostiene además que incurrió en una "omisión flagrante de socorro" al ir con él a un centro comercial en vez de a un hospital, poco antes de acudir al banco.