Numerosos japoneses y turistas llegaron hasta el parque de Hibiya para fotografiar la planta.
EFE
Una planta centenaria de agave, que se dice que florece solo una vez cada siglo, comenzó a abrir sus flores amarillas en el céntrico parque tokiota de Hibiya, donde
ha atraído a numerosos japoneses y turistas.
Centenares de personas se congregaron este miércoles en este parque de la capital japonesa para asistir a este
raro acontecimiento después de que la planta comenzara a dar signos de floración el pasado 14 de julio.
"Teníamos previsto comer cerca y al ver la noticia sobre la flor que se abre cada varias décadas, quisimos venir a verla", explica a EFE Ikuo Ito, de 72 años, y Nobuko Ito, de 67, una pareja de jubilados residentes en Suginami, al oeste de Tokio.
Se trata de una
variedad de agave amarillo, también conocido como pita, originaria de México y el sur de Estados Unidos, y que se ha distribuido en otros continentes como
planta ornamental por su
larga vida y capacidad de adaptación a climas áridos o extremos.
Para muchas personas que transitan este parque, lo especial ha sido ver cómo
el largo tallo que culmina en las flores ha ido creciendo desde el pasado mayo hasta alcanzar los casi 8 metros de altura que tiene ahora.
La altura de la planta impide ver las flores con claridad. Crédito: EFE."Llevo un par de semanas mirando la planta desde que empezó a florecer poco a poco, por lo que volveré la semana que viene a ver cómo avanza", dice Yukiko Kobayashi, jubilada de unos 60 años y residente en Tokio, quien pasa por el parque tras sus clases de tenis.
Para Kobayashi, lo especial es que "aunque no sea una flor llamativa,
es una flor efímera".
Según los trabajadores del parque,
la planta tiene más de 60 años, ya que existen fotos de la misma desde 1960 y
estaría alcanzando ahora el final de su vida, ya que el agave
florece una única vez antes de morir.
Esta es la
estrategia de reproducción de la planta, cuyas
flores son polinizadas normalmente por murciélagos, antes de producir un fruto que contiene sus semillas. Durante su vida, también produce un gran número de retoños desde la raíz.
Otra planta de este tipo que estaba en el mismo parque floreció en julio de 2019, aunque alcanzando su tallo una altura mucho menor.
"Si fuera menos alta, podría ver más fácil las flores, pero debo mirarla ampliando las fotos, aunque agradezco que florezca poco a poco para que podamos disfrutarla durante más tiempo", afirma Chiyomi Shimizu, también jubilada de unos 60 años y residente en Tokio.