SEUL.- El tercer fabricante surcoreano de automóviles, Daewoo Motor, anunció que suprimirá al menos 6.884 puestos de trabajo, lo que representa el 36,2% de su plantilla en Corea del Sur. La cifra casi duplica la previsión inicial de eliminar 3.500 empleos.
Según un reporte de la agencia France Presse, los responsables de la firma surcoreana, que se encuentra en situación de quiebra, pretenden facilitar su venta al consorcio constituido por el grupo estadounidense General Motors y su socio italiano Fiat.
Daewoo Motor cuenta actualmente con una plantilla de 19.000 trabajadores, de los cuales 17.000 desarrollan actividades en las fábricas.
El recorte de empleos está dentro del plan de reestructuración de la compañía iniciado el pasado 8 de noviembre, cuando la banca acreedora declaró a la compañía en bancarrota, tras el fracaso de los intentos negociadores de Daewoo con los sindicatos con miras a implementar un plan de reflotamiento financiero.
La medida fue una acción estratégica del presidente de la compañía, Young-Kook Lee, pues al declararse en quiebra la empresa quedó bajo el tutelaje de los acreedores y de los tribunales de justicia de Corea del Sur, con lo cual fue posible superar la resistencia irracional de los sindicatos a reducir el personal. Así, los ejecutivos consiguieron dar un nuevo impulso a la empresa, y un mes después se lanzaba el nuevo modelo Matiz que salió al mercado con un 'new look': frontal y trasero nuevos, junto con más equipamiento interior.
Sin embargo, el nuevo anuncio de Lee recibió el inmediato rechazo de los sindicatos, los cuales ya convocaron a una huelga entre los próximos días 10 y 16 de enero.
Daewoo explicó que en los dos pasados meses se han eliminado, mediante prejubilaciones, un total de 2.400 empleos, a los que deberán sumarse otros 4.484 puestos de trabajo durante este mes, con el fin de garantizar la supervivencia de la empresa.
Las zonas más afectadas por la quiebra de Daewoo son Pusan y Daegu, al sur del país, donde unas 1.110 empresas trabajan para la compañía, aunque a un 50% de su capacidad desde que el conglomerado Daewoo entró en crisis en agosto de 2000.
Daewoo Motor se ha visto afectada por el descenso de la demanda de automóviles en el mercado doméstico, provocado por la crisis económica asiática de hace tres años, lo cual redujo la producción coreana de vehículos hasta 2,8 millones de unidades en 1997, casi la
mitad del volumen de sus mejores años y en contraste con la década de los 80 en la que
llegó a ser el quinto en el mundo.
Los analistas prevén consecuencias más graves para Daewoo Motor y un efecto dominó de quiebras en sus 10.000 proveedores, que dan trabajo a 600.000 personas en todo el país.
El Banco de Desarrollo, el principal acreedor de los casi US$ 10.000 millones de deudas bancarias de Daewoo, mantiene reuniones con las demás entidades para tratar de reducir los efectos en la economía de la quiebra del fabricante. No obstante, muchos expertos consideran poco probable que la banca sea condescendiente con Daewoo debido a que el trato aplicado al fabricante sentará el precedente para otras grandes firmas al borde del colapso.