BUENOS AIRES - El gobierno argentino pasó el martes con éxito su primera prueba de fuego en los mercados de deuda tras la obtención de una millonaria ayuda financiera, al subastar 700 millones de dólares en Letras del Tesoro (Letes) a tasas menores de lo esperado por los analistas. En su primera salida a la plaza local este año, el ministerio de Economía informó que debió pagar una tasa nominal anual de 8,47 por ciento para colocar 350 millones de dólares en Letes a 94 días y de 9,17 por ciento para la misma suma en títulos a 182 días.
En una licitación similar en diciembre pasado había pagado 12,18 por ciento para los bonos a 91 días y 13 por ciento para los de 182 días.Analistas estimaban un rendimiento de entre 9,0 y 10,0 por ciento para la emisión.
"La tasa es más baja de lo esperado, unos 50 puntos básicos más baja, lo cual marca que la perspectiva de una baja de tasas de interés internacionales va a ser recurrente en el primer semestre y marca la perspectiva de una recuperacion del mercado local", explicó Martín Redrado, economista en jefe de la privada Fundación Capital.
En tanto, Esteban González Carreto, analista del BBVA Banco Francés, destacó que "es un hecho positivo, marca una baja del riesgo país, una mayor confianza en el gobierno y una mejora en las condiciones externas".
Según Redrado, "a la baja de la tasa ayudaron motivos externos e internos. Los externos: el factor Greenspan y en menor medida la recuperación del euro. Los internos: el "blindaje" y la decisión del presidente en avanzar en reformas estructurales, algo muy apreciado en el exterior".
La baja en las tasas sobrevino luego de que el país consiguiera una ayuda financiera de 39.700 millones para convencer a los inversores de que es solvente, a lo que se sumó una sorpresiva baja en las tasas de interés decidida la semana pasada por la Reserva Federal de Estados Unidos.Argentina ha recibido aportes de organismos multilaterales liderados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el estado español y bancos y fondos de pensión locales denominados "blindaje financiero" para despejar las dudas de los mercados sobre su capacidad para pagar su deuda.