SANTIAGO.- El consejero del Banco Central, Jorge Desormeaux, proyectó hoy un panorama externo "desfavorable" para Chile en el primer semestre de 2001. Sin embargo, a partir de la segunda mitad, los efectos positivos pasarían a prevalecer y la economía mostraría una aceleración que debería transmitirse al empleo y al consumo.
"En el plano real, la desaceleración de la economía de Estados Unidos va a afectar los volúmenes y los precios de nuestras exportaciones. Ese va a ser el efecto más importante en el corto plazo: la menor demanda por productos desde el país del norte y los efectos que esto va a tener en nuestras exportaciones", dijo el economista al intervenir en el seminario "Proyecciones conómicas 2001", organizado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
En la ocasión, Desormeaux precisó que los países más afectados por la desaceleración de EEUU serán las economías con mayor vínculos comerciales con ese país y las más abiertas. "Chile, Venezuela y México son las economías más abiertas, pero México será el país más afectado", reconoció el consejero del BC, quien además dijo que las políticas fiscales serán también contracíclicas en esta ocasión.
Agregó que en Chile, el esfuerzo para alcanzar un superávit estructural restará fuerza a la demanda en el 2001 nuevamente. Pero a su juicio la corrección fiscal es clave para gestar una importante rebaja en la tasa de interés real, a su vez necesaria para generar una desaceleración del tipo de cambio real.
"En suma, el 2001 tendremos una serie de efectos positivos y negativos: menor dinamismo de la economía mundial, menores tasas de interés internas, aversión al riesgo y menor precio del petróleo", aseveró.
Desormeaux señaló que en los últimos meses la economía de los Estados Unidos se ha desacelerado más rápidamente de lo previsto, creciendo el riesgo de un aterrizaje forzoso.
Precisó que el precio del petróleo ha evidenciado un cambio en la tendencia, proyectándose una caída para el período 2001-2002.
En cuanto a Europa, dijo que se mantiene en gran medida aislada de la desaceleración de Estados Unidos, por la baja participación de las exportaciones al gigante americano.
Añadió que la situación de Japón sigue siendo delicada, debido a las perspectivas de una desaceleración de sus exportaciones, su dependencia del sector tecnológico y la continua debilidad del consumo.
En todo caso, resaltó que la desaceleración de la economía de los Estados Unidos será transitoria, debido al sustancial estímulo monetario que recibirá la economía en el transcurso del primer semestre de 2001. A ello, dijo, se suma el hecho de que la política fiscal también puede jugar un rol estimulativo en los Estados Unidos, como está sucediendo en Europa en la actualidad.
En términos de producción industrial, dijo que la desaceleración de la economía mundial en el 2001 será menos aguda que en 1998, pero algo superior a la de 1995. Agregó que las economías emergentes se verán menos afectadas que en ocasiones anteriores.
Sostuvo que los canales a través de los cuales se transmitirá la desaceleración global hacia América Latina son: menor crecimiento de las exportaciones a Estados Unidos; menores precios de exportaciones; menor acceso a la inversión extranjera; y menores tasas de interés internacionales, pero un plano de un menor 'apetito' por riesgo.
"En este escenario de incertidumbre en materia de financiamiento externo, es muy probable que veamos un nuevo estímulo pata las privatización de activos estatales", comentó.