SANTIAGO.- El presidente del Banco Central de Chile, Carlos Massad, afirmó hoy que sin duda este año será mejor que el 2000 y agregó que crecer a una tasa de 5,6% "es excelente", no sólo en comparación con el resto del mundo, sino con nuestra propia historia, donde el país estaba acostumbrado a una tasa media de largo plazo entre 2% y 3%.
"De hecho, el 5,6% va a ser la tasa más alta de América Latina y de las más altas entre los países emergentes en año 2001, según lo proyectan todas las instituciones", dijo el titular del BC, junto al presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Carlos Ominami, al comentar el Informe de Política Monetaria de enero.
"Todas las estimaciones se hacen a la tasa de interés existente hoy día, de manera que si hay riesgos que se vayan manifestando en la economía más adelante, como señalaron algunos economistas, el BC tendrá que revisar sus políticas de tasas de interés hacia arriba o hacia abajo, según sea la dirección en que esos riesgos se muevan", recalcó.
En la ocasión, Massad le reiteró a la Comisión de Hacienda, la flexibilidad con que el Consejo del BC analiza los temas de política monetaria, "de la cual hemos dado testimonio al reducir en 75 puntos base nuestra tasa de interés desde agosto pasado, mientras que la Reserva Federal lo ha hecho en sólo 50 puntos base".
Agregó que el informe recoge el hecho que los mercados internacionales son menos favorables de lo que se observaba en septiembre y "ese es un hecho inevitable, desgraciadamente nosotros estamos metidos en el mundo y no vivimos en la Luna y, por lo tanto, lo que ocurra en otros países importantes como Estados Unidos o Japón, nos importa y nos afecta. Eso es esencialmente lo que nos ha hecho revisar un poquito hacia abajo nuestras proyecciones para los años próximos".
"Lo único que hemos dicho es que la política monetaria no es la única que afecta el clima de la economía, sino que también hay otras que la afectan, especialmente todas aquellas que tienen que ver con la flexibilidad y funcionamiento de los mercados, incluidos el laboral y el de capitales", aseveró.
"Esas políticas afectan a la economía como también la afecta la política monetaria. No hemos dicho que la política monetaria sea ahora menos efectiva; por el contrario, ahora que tenemos un régimen de metas de inflación y de tipo de cambio flotante, la política monetaria es más efectiva para minimizar el efecto de los impactos externos. De hecho, la economía mundial se va a desacelerar mucho más que la rebaja que nosotros hacemos de nuestra estimación de crecimiento para este año y el próximo", recalcó.
¿Cuáles son entonces las principales fuentes de incertidumbre?
- La primera y la más difícil de pronosticar es el precio del petróleo. No sabemos que va a pasar. Estamos proyectando un precio de US$ 25 promedio por barril para este año y de US$ 23 para el 2002. Esa es probablemente la incertidumbre más grande que tenemos, porque no sabemos cómo se va a comportar el cartel de los países petroleros y si el precio del petróleo se pudiera mantener por un tiempo prolongado en valores más altos que éstos ... eso sería un riesgo importante para nosotros.
Un segundo riesgo importante sería que la economía mundial se desacelerara más rápidamente de lo previsto. "Eso tampoco está en nuestras manos. En ese sentido, hay un riesgo de que la economía americana se desacelere un poco más rápido de lo que hemos previsto ahora, que es más rápido de lo que previmos en septiembre, y ese es lamentablemente un riego importante que nos afecta negativamente", añadió.
En el plano interno, uno de los peligros principales es la alta tasa de desempleo. Massad dijo que le señaló a los miembros de la Comisión de Hacienda del Senado que "probablemente hay que mirar al desempleo de manera distinta a septiembre pasado, porque una parte del desempleo es generado por factores que no tienen que ver propiamente con la política monetaria sino más bien con los desarrollos tecnológicos internacionales y también en el país".
"Mi visión personal es que probablemente las cifras normales de desempleo sean ahora algo más altas de las que nosotros percibimos en los años 96 y 97, tal vez, un punto más que esas. Pero hoy día todavía estamos por encima de esos niveles, o sea, hay campo en el cual la desocupación podría seguramente reducirse y creemos que las tasas de crecimiento que tenemos previstas para el año 2001 y 2002, permitirán llevar los niveles de desocupación a niveles más normales hacia el año 2002", aseveró.
¿Las reformas laborales y tributarias forman una fuente de incertidumbre en el plano interno?
- En la medida en que afecten la flexibilidad de los mercados, sin duda entran a jugar un papel.
Massad agregó que en la medida que el año 2001 sea más malo de lo que se previó, no va a existir un superávit estructural de 1%, sino un déficit, aunque precisó que el Gobierno no necesita aumentar su gasto para que eso ocurra.
"O sea, el presupuesto está planeado de tal manera que si los acontecimientos del año 2001 son algo más malos de lo que se previó se va a generar automáticamente un déficit en el presupuesto fiscal, porque los gastos se mantienen pero caen los ingresos. El presupuesto estructural está diseñado de tal manera que permite corregir esos efectos y no de manera arbitraria, es decir, no sometidos a la presión del día, de que hay una elección más o una elección menos, sino mediante una estructura del presupuesto que se basa en reglas de comportamiento y que le da al país una gran seguridad respecto del comportamiento de la política fiscal, cosa que nosotros también en el BC apreciamos y valoramos muchísimo", concluyó.