DAVOS, Suiza.- Las consecuencias de una desaceleración prevista de la economía norteamericana, los nuevos métodos empresariales y los aspectos cambiantes de Internet serán abordados desde hoy en una reunión de dirigentes políticos, empresarios y culturales.
El Foro Económico Mundial -con sus 3.200 asistentes de todos los países- abarcará seis días y 315 sesiones en este centro de descanso alpino.
En su 31 er año de sesiones, bajo el signo de los avances tecnológicos, los asistentes discutirán la manera de impedir que se siga ampliando la brecha digital, así como de anticipar el futuro del comercio electrónico tras la quiebra de varias empresas líderes de la Internet.
A la cumbre asistirán gobernantes de los Balcanes que esperan trazar un nuevo mapa económico, con la posible creación de una unión aduanera. Mandatarios como el yugoslavo Vojislav Kostunica y el mexicano Vicente Fox tendrán amplia oportunidad de discutir con sus colegas en los pasillos.
El comercio internacional ocupará un lugar destacado en las deliberaciones. El actual presidente de la Organización Mundial de Comercio, Mike Moore, y su sucesor Supachai Panitchpakdi deberán responder a los críticos más acérrimos de la organización en mesas redondas.
En los momentos de descanso, los participantes podrán asistir a tés literarios, escuchar música de Peter Gabriel o Youssou N'Dour e incluso aprender técnicas de "yoga para las manos".
Los enemigos de la globalización
Pero nada de esto sucederá si se imponen los enemigos de la globalización, que han planeado manifestaciones. Estas han sido prohibidas, pero los organizadores dijeron ayer que apelarán a la Corte Suprema suiza.
Para ellos, la cumbre es un símbolo de lo peor de la globalización: los mercados mundiales y la importancia creciente del comercio internacional.
Para los organizadores, el foro representa precisamente lo mejor de esos fenómenos.
Destacan la diversidad de los delegados: más de 30 jefes de estado o de gobierno y otros políticos; el titular de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat y el ex primer ministro israelí Shimon Peres; empresarios como el fundador de Microsoft, Bill Gates, y los titulares de casi todas las agencias de la ONU.
De Estados Unidos asistirán algunos gobernadores de estados, pero ningún miembro del flamante gobierno del presidente George W. Bush.
