DAVOS, Suiza.- El mundo probablemente evitará una recesión, a pesar de la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos, dijeron el jueves varios analistas en la cumbre económica del Foro Económico Mundial.
También predijeron un mayor avance del euro y advirtieron de que Japón enfrenta crecientes problemas económicos.
El temor de una desaceleración oscureció el comienzo del encuentro anual de alrededor de 3.000 líderes de la política y la economía en la población de Davos, un centro alpino de esquí.
Pero el veredicto inicial fue que el crecimiento de la mayor economía del mundo experimentará una recuperación a partir de la segunda mitad de 2001.
"¿Un aterrizaje suave o duro? Ahora, yo diría dificultoso a duro, pero seguramente no una recesión", dijo Alan Blinder, economista que fuera vicepresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
La evaluación cautelosa del Foro en este año contrasta fuertemente con la edición del año pasado, cuando parecía que Estados Unidos seguiría siendo la locomotora mundial, con un crecimiento sostenido, baja inflación y crecientes precios de las acciones, factores liderados por las ganancias de productividad por mejoras tecnológicas.
Los economistas pronosticaron recortes adicionales de las tasas de interés en Estados Unidos, incluso, posiblemente la semana que viene.
Pero vieron pocas perspectivas de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte agresivamente las tasas de interés durante los próximos seis meses por el temor a la inflación en la zona del euro.
La primera jornada
Seguridad y controles en los accesos, optimismo moderado en los debates y ninguna referencia al foro alternativo de Porto Alegre (Brasil) marcaron la primera jornada este jueves de Davos, la cita anual de la élite mundial.
Unas 2.000 personas, representantes de un millar de empresas, una treintena de jefes de Estado y más de 70 organizaciones no gubernamentales participan en los seis días de debate del FEM, que celebra este año su trigésimo primera edición.
El lema oficial es "apoyar el crecimiento y colmar las fisuras" entre ricos y pobres.
Los responsables del Foro han procurado poner el acento en la segunda parte: construir puentes entre las naciones atrasadas tecnológicamente y las más avanzadas, entre los poderes económicos y los ciudadanos, entre los gobiernos y la sociedad civil.
Davos 2001 ha aumentado el número de asistentes de la sociedad civil en sus más de 300 debates, de 46 el año pasado a 59 en esta edición, según datos oficiales del Foro (incluidos 12 líderes sindicales mundiales).
"Nos hemos reunido como una comunidad informal de personas creativas con diferentes experiencias, que juntos pueden obtener importantes resultados que no podrían conseguirse a través de negociaciones más formales", explicó el fundador del Foro, el ex-profesor de dirección de empresas suizo Klaus Schwab.
"También hay mucha gente fuera del Centro de Congresos que luchan en pos de un mundo mejor con idealismo y entusiasmo", añadió Schwab en su discurso inaugural del Foro.
"Aplaudimos cualquier compromiso para mejorar el estado del mundo y queremos unirnos a vosotros. Lo único que pedimos es que así como respetamos vuestras voces y libertades, vosotros respetéis las nuestras", dijo.
"El papel de las organizaciones no gubernamentales (ONG) en la identificación de los problemas es incontestable. Es por ello que concedemos nuestra atención también a la conferencia de Porto Alegre. Pero ello no es suficiente para concederles a las ONG más legitimidad que la de los gobiernos", señaló por su parte en su discursos de bienvenida el presidente de la Confederación Helvética, Moritz Leuenberger.
Esa fue la única mención específica del foro alternativo brasileño. En Davos 2001 planea otro fantasma: el de los incidentes del año pasado, cuando la rotura de varios escaparates y un par de policías heridos provocó duras críticas contra la organización de la cita de la élite mundial.
Dentro del Centro, sin embargo, el ambiente entre los asistentes patrocinadores es relajado. A pesar del inicio de un foro alternativo en Porto Alegre, en el que está prevista la asistencia de 3.000 participantes, el clima en los pasillos del Centro de Congresos era de "business as usual" (los negocios continúan), con el inglés como lengua dominante y el optimismo moderado ante la marcha de la economía mundial.
"Como se ha anunciado (el aterrizaje de la economía estadounidense) será caótico, casi brutal, pero lo más probable es que no habrá recesión en 2001 en Estados Unidos", afirmó Alan Blinder, profesor de Economía de la universidad de Princetown en uno de los principales debates del día.
"No hablamos de recesión, sino de frenada", añadió Jacob Frenkel, experto de la firma Merrill Lynch.
Estados Unidos, que ha registrado una impresionante década económica en los años 90, pasará del 5% de crecimiento en 2000 a un 2% aproximadamente en 2001, reconoció el economista de Princetown.
Las fuentes oficiales del Foro, como la policía helvética, guardan silencio en torno a lo que pueda suceder el sábado día 27, día escogido por un abigarrada coalición de grupos de extrema izquierda europeos para manifestarse en la entrada de la pequeña ciudad alpina.
El número de policías rondará el millar, y al menos 300 soldados helvéticos están apostados en la ciudad para hacer frente a cualquier eventualidad, señalaron fuentes de la seguridad.
Los autobuses oficiales que transportan los asistentes hasta Davos (1.500 metros de altitud) son controlados hasta un par de veces en la carretera de acceso, confirmó a la AFP un participante proveniente de Washington. Hay alambradas y cámaras de circuito cerrado en los alrededores del Centro de Congresos.
Inicialmente el acceso a Davos no es fácil, con un buen grosor de nieve en los alrededores y mal tiempo previsto para los dos próximos días.
Los organizadores de la manifestación la han bautizado "Espíritu de Davos", según Die Wochenzeitung, un semanario alternativo suizo.