DAVOS.- El mundo probablemente evitará una recesión a pesar de las sombrías perspectivas económicas de Estados Unidos, dijeron el viernes varios analistas en la cumbre económica del Foro Económico Mundial en la localidad suiza de Davos.
También predijeron un mayor avance del euro y advirtieron que Japón enfrentaba crecientes problemas económicos.
Los fantasmas de una contracción económica mundial ensombrecían la inauguración de la reunión anual de alrededor de 3.000 líderes políticos y económicos en el pintoresco centro de esquí en los Alpes.
Estados Unidos tuvo una "contracción muy drástica y, en verdad, probablemente estamos muy cerca de un crecimiento cero en este momento en particular", dijo Greenspan en un testimonio el jueves ante el Senado.
"¿Un aterrizaje suave o duro? Ahora, yo diría dificultoso a duro, pero seguramente no una recesión", dijo el economista Alan Blinder, ex vicepresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
La evaluación cautelosa del foro en este año contrasta fuertemente con el optimismo prevaleciente en la reunión del año pasado, cuando parecía que Estados Unidos seguiría siendo la locomotora mundial, con un crecimiento sostenido, baja inflación y crecientes precios de las acciones, factores liderados por las ganancias de productividad por mejoras tecnológicas.
Los economistas pronosticaron recortes adicionales de las tasas de interés en Estados Unidos, incluso, posiblemente la semana que viene.
Al mismo tiempo, veían pocas perspectivas de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte en forma sustancial las tasas de interés durante los próximos seis meses por el temor a la inflación en la zona del euro.
De todas maneras, Europa no podrá reemplazar a Estados Unidos como la potencia económica mundial este año porque apenas podrá tener un crecimiento de entre 2,5% y 3,0%, dijeron analistas.
En los mercados financieros se prestará particular atención a los comentarios de los banqueros centrales y funcionarios de los ministerios de economía, previstos para este viernes y el sábado.
Cientos de policías y kilómetros de alambre de púa protegían al centro de las conferencias de manifestaciones contra la globalización, que contribuyeron a oscurecer aún más el clima de pesimismo reinante al comienzo del encuentro de seis días.