WASHINGTON.- Superando ampliamente las expectativas iniciales de los analistas, el índice de precios al consumidor de Estados Unidos registró en enero pasado una variación de 0,6%, la variación más alta desde marzo del 2000.
La información fue entregada hoy por el Departamento del Trabajo, quien explicó que el IPC estructural -que no considera factores estacionales- en igual mes fue de 0,3%.
Esta variación estuvo fuertemente influenciada por el incremento en el precio del gas natural durante el primer mes del año, cuya demanda se elevó de manera significativa como consecuencia del invierno en el hemisferio norte.
Si bien algunos analistas consideraron que esta aceleración en la variación de los precios podría afectar la actual política monetaria impulsada por la Reserva Federal (FED); la mayor parte de los economistas estimó que -al ser este incremento estacional- no incidirá en las decisiones que la Reserva Federal pueda adoptar en su reunión de política monetaria de marzo próximo.