SANTIAGO.- El intendente de la X Región, Iván Navarro, dijo que el fin del proyecto Cascada (US$ 160 MM) es muy doloroso para la zona y que lamenta si el hecho es considerado como una victoria, ya que sería la victoria de un capricho, pero en ningún caso del "bien común, que aquí se precisa para compatilizar el resguardo ambiental con la producción y la riqueza".
Navarro indicó -en entrevista con Radio Agricultura- que es muy respetuoso de la variable ambiental, pero que ésta debe ser compatibilizada con los otros dos factores mencionados. "De lo contrario, no sacamos nada... nos vamos a quedar con nuestros bosques y con todo, pero sin lo que necesita el hombre de hoy para vivir, porque las mismas personas que emiten opiniones de este tipo son los principales críticos de los índices de cesantía, la falta de trabajo y la pobreza", enfatizó.
El intendente de la X Región afirmó que los ejecutivos de la empresa, para justificar la suspensión de la iniciativa, esgrimieron sólo razones de mercado, como es "la baja internacional del precio de los tableros de madera que se iban a producir en este proyecto. Ahora, naturalmente es un monto muy delicado para nosotros porque estamos al inicio de una temporada de invierno, que aquí provoca muchos efectos en materia de trabajo por la estacionalidad".
También manifestó que considera muy lamentable que se haya cerrado un proyecto que garantizaba cerca de 1.600 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos. En ese sentido, añadió que con la construcción de un puerto se generaban 200 nuevos trabajos más, y unos 1.200 indirectos. De manera tal que en total se habrían creado entre 2.500 y 2.600 nuevas plazas.
Por otra parte, consideró que en Chile, como un país joven que está valorando desde hace poco la variable ambiental, se tiende a veces a cometer errores y a exagerar las cosas.
"Nuestra tarea es encontrar lo que yo he llamado acá un umbral de racionalidad, en que la variable ambiental se entrecruce y se coordine con la necesidad de producir riqueza y bienestar, y que no se repulsen ambas cosas. Cuando se enfrenta la variable ambiental con la necesidad de inversiones es cuando se producen los problemas, pero cuando se entrecruzan y coordinan debería producir efectos positivos y eso es lo que tenemos que producir en el próximo tiempo", reflexionó la autoridad.
También consideró injustas las críticas que señalan que la multinacional no contó con respaldo gubernamental, porque "están concedidas todas las autorizaciones que tienen que dar organismos de Gobierno, incluso ratificadas por la vía judicial. De manera tal, que no hubo nada que el Gobierno tuviese que hacer que no haya hecho".
Asimismo, enfatizó que la actual administración no puede hacer más de lo que hizo, independientemente de las expresiones que pequeños o grandes grupos tienen derecho a manifestar en un sistema democrático. "Nosotros como autoridad tenemos también pleno derecho a pedirles que no solamente defiendan la variable ambientalista, sino que también defendamos lo que es el desarrollo económico y la
inversión, especialmente en regiones como ésta, que es una región aislada", añadió.
En ese sentido, resaltó que la región tiene 42 comunas, cinco provincias y 1.200.000 habitantes y sólo cuenta con el 1% de la inversión extranjera en Chile. Por lo tanto, el proyecto Cascada era estratégico.
Navarro explicó que en el curso que tuvo la iniciativa -aparte de Conama- actuaron organismos como Corporación Nacional Forestal (Conaf), el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Ministerio de Agricultura, el de Salud y la Subsecretaría de Marina.