SANTIAGO.- El grupo controlador de Paulaner y socio en partes iguales de Quiñenco en CCU, Schörghuber Unternehmensgruppe, negó hoy en forma tajante que la alianza con la cervecera holandesa Heineken NV implique algún impacto en la chilena Compañía Cervecerías Unidas (CCU).
"Estamos seguros de que nuestro acuerdo con Heineken en Alemania no afecta en ninguna circunstancia el 'joint venture' que tenemos en Chile. Heineken es nuestro socio a nivel internacional para distribuir nuestra cerveza Paulaner y ellos son socios con nosotros en Alemania para tener una visión interna del mercado alemán. En Chile distribuimos nuestra marca Paulaner a través de CCU. Nada cambiará ese hecho", afirmó el CFO y director de Schörghuber
Unternehmensgruppe, Klaus Naeve.
El acuerdo entre Heineken y Paulaner establece que la holandesa comprará el 49,9% de la nueva empresa BrauHolding International, mientras que Schörghuber mantendrá en sus manos el 50,1% restante. De esta manera, de la nueva compañía dependerá el 50% de Inversiones y Rentas (el joint venture entre Quiñenco y Paulaner que controla el 61,58% de CCU).
El director de CCU -designado por IRSA-, Johannes Bauer, explicó que Heineken mantendrá una participación minoritaria en Alemania, con el objeto de conocer el mercado alemán de cervezas desde dentro de una compañía. Además, la alianza le permitirá a Heineken adquirir el know how germano sobre la fabricación de bebidas alcohólicas ligeras.
A su juicio, en una economía globalizada "ya no es un problema que tu socio (a nivel local) sea un competidor a nivel mundial. Las políticas comerciales se deciden en razón del nuevo mercado que se abre. Por ejemplo, en nuestro caso somos socios de Coca Cola en Alemania, pero en Chile a través de CCU somos socios de Pepsi".
Pacto con Quiñenco
Los ejecutivos desestimaron los resquemores que ha manifestado su socio Quiñenco, respecto de que la nueva alianza de Paulaner con Heineken representa en sí un grave conflicto de intereses, ya que la holandesa es un actor importante del mercado chileno y argentino -tanto en el negocio cervecero como en el de bebidas gaseosas- de modo que su ingreso a la propiedad o control de
CCU es contraria a los más básicos principios jurídicos y económicos imperantes en Chile.
Adelantaron que el miércoles se reunirán, en Miami, con el presidente de CCU, Guillermo Luksic, con el objeto de aclarar las confusiones que se han generado a raíz de su acuerdo con Heineken.
"Se trata de una serie de ruidos que deberían desaparecer en unas semanas, ya que ha habido confusión y errores en la comprensión del asunto", aseveró Bauer.
Puso énfasis en el hecho de que el pacto de accionistas entre su filial BrauHolding International y Quiñenco es un "matrimonio" que requiere de común acuerdo para decidir cualquier cosa respecto de CCU. "Es más, el pacto sostiene que cada una de las partes tiene el derecho de elegir cada 3 años el presidente de CCU, y nosotros siempre hemos confiado en Guillermo Luksic para que se
mantenga en la presidencia", aseveró.