SANTIAGO.- El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Ariztía, manifestó hoy su preocupación por la "campaña de hostigamiento" de que son objeto las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y las isapres, arguyendo que estas instituciones son los pilares del sistema de pensiones y de salud en el país y que en estos 20 años de operaciones han demostrado eficiencia, profesionalismo y vocación de servicio hacia los trabajadores y personas que deben atender, al tiempo que han efectuado un aporte decisivo al desarrollo económico del país.
Ante ello, indicó que "por esta razón debemos fortalecer estos sistemas, evitando declaraciones y campañas que, sin reconocer los aportes que hacen estas instituciones, lesionan gravemente la confianza que la población debe tener en ellas", dijo el dirigente al inaugurar la Mesa Redonda Aporte del Sector Privado a la Seguridad Social.
Destacó la reforma a la Salud que se encuentra estudiando el gobierno ya que a su juicio, es un sector que, lamentablemente, ha estado influido por excesivos dogmatismos y que a pesar de contar con grandes cantidades de recursos estatales, no ha logrado el objetivo de entregar un servicio óptimo a todos los chilenos.
"No nos cabe duda que la solución a este problema no es otra que diseñar, sin ideologismos, un modelo en el que los más pobres puedan optar por el sistema de su preferencia, con su cotización más el subsidio estatal. En este camino, el sector privado podría aportar su experiencia en beneficio de la salud de la mayoría de los chilenos", añadió.
Ariztía sostuvo que a juicio del empresariado existe espacio para impulsar una modernización social del Estado, en la cual, manteniendo para éste la responsabilidad de dictar políticas, financiar y fiscalizar programas, se traspase a instituciones privadas la gestión de ellos.
En la ocasión, Ariztía dio a conocer un estudio realizado por la Comisión Permanente de Previsión Social y Salud de la CPC, el que revela que el sector privado a través de las cinco principales áreas de seguridad social (isapres, AFP, mutuales, cajas de compensación y compañías de seguros) otorga cobertura a casi 10 millones de personas, lo que representa un 65% de la población nacional.
Del documento también se desprende que los ahorros para pensiones, que son administrados por el sector privado, alcanzan a más de US$ 36.000 millones, lo que representó casi un 55% de su producto interno del último año. En términos de volúmenes de prestaciones, las pensiones que otorga el nuevo sistema alcanzan ya a más de 400.000, con un monto promedio bastante superior al de las pensiones del antiguo sistema.
En el sector salud, el informe señala que la cantidad total de prestaciones que se otorgó llegó a más de US$ 430 millones sólo en el primer semestre del 2000, mientras que las licencias médicas otorgadas en el último año, alcanzaron a más de 20 millones de días, por una suma estimada que sobrepasó los US$ 400 millones. Esto significa que cada trabajador percibe US$ 20 por cada día que permanece enfermo.
Asimismo, el sistema privado mantiene una cartera de crédito por casi 800.000 operaciones, con un monto que supera los US$ 675 millones de capital. Ambas cifras significan que cada trabajador que ha optado por este sistema de préstamo, mantiene un crédito que equivale a 1,8 veces su remuneración.
"Todos sabemos que Chile ha experimentado en las últimas tres décadas, una profunda transformación económica y social, pasando desde un modelo económico fuertemente centralizado hacia uno de libre mercado, donde el Estado redujo significativamente su participación como productor de bienes y servicios y centró su accionar en la regulación y en la subsidiariedad, y la empresa privada se convirtió en el motor de desarrollo del país", señaló Ariztía.
Para el presidente de la CPC, el sector de la seguridad social no ha estado ajeno a estos cambios, por el contrario, ha sido uno de los más favorecidos con ellos, al romper los esquemas de mercados cautivos, terminar con la administración estatal y permitir la participación de los trabajadores en la toma de sus propias decisiones frente a sus riesgos sociales.
Ariztía dijo además que la reforma previsional de 1981 cambió radicalmente el sistema que se encontraba casi en la bancarrota reemplazando un mecanismo de reparto, por uno de capitalización individual. Junto a esto, traspasó su administración desde instituciones semi fiscales a entes privados. "Esta nueva modalidad ofrece hoy múltiples opciones de cobertura a los trabajadores y en ella el Estado ofrece un rol subsidiario.
Para Ariztía, los importantes logros de la referida reforma hicieron que países de distintas latitudes hayan tomado como base el modelo chileno. Dijo que incluso Suecia, recientemente puso en marcha un sistema obligatorio de pensiones complementarias, basado en cuentas de ahorro individual muy similar al chileno.
"Los empresarios estamos orgullosos de lo logrado. Como empleadores vemos con satisfacción un mejor porvenir para nuestros trabajadores, pero necesitamos contar con la estabilidad de un marco normativo que nos permita liderar nuestras capacidad creadora y ofrecer las isapres, AFP, mutuales de empleadores, cajas de compensación y compañías de seguros de vida", concluyó.