NUEVA YORK.- El índice de confianza de los consumidores en Estados Unidos bajó en abril más de lo previsto, a 109,2, después de subir en marzo, informó hoy el grupo de estudios económicos The Conference Board.
La cifra contrasta con los 113 puntos que esperan los analistas de Wall Street y los 116,9 registrados en marzo, cuando la produjo la única subida en los siete últimos meses.
El retroceso, que coloca este índice en el nivel de febrero, es indicio del debilitamiento de la economía estadounidense así como reflejo de un deterioro de las condiciones de negocio y la preocupación de los consumidores por la situación laboral.
El instituto, cuya sede se encuentra en Nueva York, señaló que el indicador que mide la confianza en las perspectivas económicas para los seis próximos meses bajó a 78,2 en abril, desde los 83,1 de marzo, mientras que el indicador que evalúa la situación actual bajó casi 12 puntos, a 155,6, frente a los 167,5 de marzo.
Las cifras inducen a pensar que los recortes de los tipos de interés decididos por la Reserva Federal desde comienzos de año para reactivar el crecimiento - que han rebajado las tasas en un 2 por ciento - no han ayudado a reducir el pesimismo de los consumidores.
Los expertos subrayan que la caída de la confianza podría retrasar una subida del producto interno bruto puesto que el gasto de los consumidores tiene un gran peso sobre la marcha de la economía estadounidense.
Los inversores parecieron digerir sin problemas la noticia a juzgar por la evolución de la bolsa, donde los principales indicadores se movían hoy al alza.
Los analistas se mostraban, sin embargo, divididos y, mientras los más optimistas desdramatizan la situación, los más pesimistas afirman que el único apoyo actual de la economía es el recorte de los tipos y que las perspectivas son preocupantes.
El estudio fue realizado con 5.000 hogares estadounidenses antes de que la Reserva Federal anunciara su último recorte de tasas, el miércoles pasado, por lo que algunos consideran que el resultado habría sido mejor si se hubiera producido después de dicho anuncio.
Según la directora del Conference Board, Lynn Franco, "el deterioro de las condiciones de negocio y un mercado laboral menos favorable son las dos razones críticas del último descenso de la confianza".
"Está claro que los consumidores han comenzado a preocuparse sobre las tendencias del empleo y que esos temores erosionan la confianza", añadió.