SANTIAGO.- La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) solicitó hoy al gobierno un incremento del salario mínimo de 38,6%, de $100.000 a $138.600, con el fin de equipararlo al ingreso que reciben los empleados públicos del último grado del escalafón de la Escala Única de Sueldos (Grado 28).
"No existe justificación alguna para que los empresarios no puedan pagar lo mismo que el Estado para sus trabajadores del último escalafón", dijo el presidente de la CUT, Arturo Martínez.
La nueva remuneración base debe regir a partir del 1 de junio de 2001.
Según el líder sindical, los trabajadores también deberían recibir los beneficios de la ley 19.703, que entrega un bono de escolaridad de $31.184, un aguinaldo en el mes de septiembre de $ 31.649 y un aguinaldo de Navidad de $24.122.
Asimismo, solicitó que se recuperen los bonos de locomoción y de alimentación que existían hasta 1980, año en que se congelaron los salarios.
El dirigente descartó que el incremento del ingreso mínimo aumente la tasa de desocupación como lo han señalado diversos sectores, argumentando que después de 1990, cuando el salario mínimo se reajustó en casi un 100%, éste siguió creciendo hasta 1997, mientras el desempleo fue descendiendo progresivamente
hasta llegar a un 5,6%.
"Sólo a partir de 1998 y producto de la crisis asiática, el desempleo comenzó a elevarse hasta las cifras que hoy conocemos. Esto demuestra que la congelación de salarios no significa automáticamente un aumento del empleo. Cuando el ingreso mínimo se congeló en la década de los '80 en $18.000, sólo se obtuvo como resultado cinco millones de chilenos viviendo en extrema pobreza", expresó.
Por tal motivo, Martínez rechazó la tesis de crear un nuevo tramo diferenciado de ingreso mínimo que discrimine a los trabajadores de hasta 24 años.
Recordó que en 1998 Chile suscribió la Carta Fundamental de la Organización del Trabajo (OIT), que estableció como derecho básico la no discriminación.
"De congelarse el sueldo mínimo de los jóvenes estará consagrando una situación de abusos sin límites, que la CUT rechaza con toda su energía", sostuvo, añadiendo que el flagelo de la cesantía tiene su origen en que los grandes grupos económicos chilenos no invierten en el país sino que lo hacen en el extranjero.
"Presiento que el gobierno no está pensando en congelar el ingreso mínimo,
lo que nos deja bastante más tranquilos para iniciar el debate", declaró.
Martínez aseguró además que no es cierto que la mayor parte del salario
mínimo lo paguen las pequeñas y medianas empresas, sino que lo hacen las
empresas contratistas y subcontratistas, particularmente las de servicios.
