WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, está "muy preocupado" por el alza en los precios de la gasolina pero se resiste a adoptar soluciones a corto plazo, dijo el lunes la Casa Blanca.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que eliminar el impuesto federal a la gasolina como forma de recortar los precios no es una opción, y agregó que Bush nunca ha buscado soluciones rápidas porque éstas no funcionan.
Bush quiere incrementar la producción interna de petróleo como una manera de lograr que Estados Unidos sea más independiente en el sector de energía.
"El Presidente está muy preocupado por el alza en los precios de la gasolina. Es equivalente a un alza en los impuestos para el pueblo estadounidense", dijo.
El secretario de Energía, Spencer Abraham, advirtió la semana pasada de que el precio de la gasolina en Estados Unidos estaría en un promedio de entre 1,60 y 1,70 dólares este verano, lo que rompería el récord de 1,68 dólares del verano pasado.
A la pregunta de si Bush tiene previsto tomar medidas inmediatas para controlar el alza en los precios de la gasolina, Fleischer dijo: "Si alguien tiene una varita mágica, el presidente (Bush) lo escucharía complacido".