TOKIO.- El letargo en las negociaciones causado por el cierre de Wall Street hoy y las dudas incipientes por las medidas económicas del nuevo gobierno japonés, provocaron el quinto día consecutivo de descenso en la bolsa de Tokio.
Al final del día, el índice selectivo Nikkei bajó 28,15 puntos (un descenso del 0,20 por ciento) y cerró en 13.737,77 yenes. El indicador Topix, que reúne todos los valores de la primera sección, perdió 10,21 puntos (un retroceso de un 0,75 por ciento), hasta 1.349,77 puntos.
El volumen de negociaciones fue de 612,32 millones de valores, frente a los 680,51 millones del viernes. Los valores en descenso superaron aquellos en ascenso por 868 contra 460 mientras que 133 títulos repitieron cotización.
Tras la apertura del mercado en la mañana, el Nikkei registró un descenso inmediato que reflejó las pérdidas en Wall Street del viernes pasado, pero repuntó ayudado por las compras especulativas.
Sin embargo, la ausencia de ánimo negociador entre los inversores extranjeros, la principal fuerza inversora del mercado de Tokio, fue la tendencia dominante del resto del día.
El Nikkei no registraba cinco jornadas seguidas de negociaciones a la baja desde el pasado 26 de febrero y algunos analistas atribuyen el retroceso a la ausencia de negociaciones en Wall Street que hoy dejó el mercado de Tokio sin directrices.
Otros expertos señalaron que el prolongado descenso puede ser un aviso de los mercados al retraso del actual gobierno del primer ministro Junichiro Koizumi para concretar medidas que frenen el estancamiento de la economía.
Los descensos afectaron a la banca, que anunció la semana pasada la permanencia de un alto volumen de créditos morosos pese a haber registrado fuertes pérdidas al liquidar préstamos fallidos acumulados.
El banco Sumitomo Mitsui, el grupo Mizuho Holdings, el grupo Financiero Mitsubishi Tokyo y la sociedad de cartera UFJ registraron los descensos destacados del día.
En el sector del motor subieron Nissan y Toyota, mientras que Honda, Mitsubishi y Mazda cerraron a la baja.
El fabricante de camiones Isuzu anunció hoy pérdidas netas consolidadas en el año fiscal 2000 de 66.790 millones de yenes (unos 549 millones de dólares), pero sus valores se beneficiaron de un recorte de gastos que se llevará a cabo con el recorte de 9.700 empleos en cuatro años.
La lentitud de las negociaciones seguirá hasta mañana y los ascensos, si se producen, dependerán de factores internos puntuales, dijeron los expertos.