WASHINGTON.- Chile y Estados Unidos decidieron intercambiar listas de productos para su desgravación arancelaria en julio próximo, lo que constituirá un paso importante dentro del proceso de negociaciones para un Tratado de Libre Comercio, cuya V Ronda comenzó ayer en Washington.
El tratamiento de bienes es el centro de toda negociación, pues las mercancías importadas están sujetas al pago de un arancel o impuesto aduanero que en ocasiones llega a niveles muy elevados, convirtiéndose en un obstáculo para la entrada de algunos bienes. Las negociaciones apuntan a reducir ya sea en forma gradual o inmediata estas barreras.
En toda negociación comercial, cada parte confecciona una lista con propuestas de rebajas de aranceles para los distintos productos, considerando las suceptibilidades existentes. Esas propuestas se intercambian, dando inicio a la negociación producto a producto, lo que en esta caso comenzará a suceder el próximo mes.
El mercado estadounidense es el principal destino de las exportaciones chilenas que en el años 2000 ascendieron a US$3.184 millones, cifra que representó más del 17% del total de los envíos al mundo.
En la actualidad, el 65% de las exportaciones chilenas a Estados Unidos ingresan a ese mercado con arancel cero y otro 15% se acoge al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), logrando transitoriamente la eliminación de las tarifas aduaneras.
De este modo, menos del 20% de los envíos nacionales enfrentan aranceles al ingresar al país del norte, registrándose una merma en el monto de las exportaciones a medida que la tarifa se eleva. La estructura arancelaria que rige en el país del norte inhibe las exportaciones chilenas, pues el escalonamiento de las tarifas aduaneras, que aumentan a medida que los productos tienen un mayor valor agregado, impide los envíos de bienes más elaborados.
Esto ocurre, por ejemplo, con los damascos que ingresan a Estados Unidos. Mientras la fruta fresca enfrenta un impuesto de 0,2 centavos por kilo, el jugo de damasco paga 0,5 centavos por litro. Según la Comisión de Comercio Internacional (ITC), la mermelada enfrenta un arancel de 3,5%; la pasta y puré de damasco, un 10%; el damasco seco, 1,8 centavos por kilo; la pulpa de damasco, un 10%; el damasco congelado un 14,5%; y el damasco en conserva , un 29,8%
Otro de los objetivos de Chile es consolidar los beneficios arancelarios del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), otorgado en forma unilateral por Estados Unidos, a fin de permitir el ingreso libre de arancel a un grupo determinado de productos por un tiempo determinado. Este instrumento se renueva en forma periódica.
De esta manera, el Gobierno espera lograr que los bienes chilenos ingresen a ese país en igualdad de condiciones frente a competidores como Canadá, México, Centroamérica o la Comunidad Andina, especialmente en los sectores agrícola, forestal, minera y pesquera.
La representación chilena, además, se ha comprometido a considerar los intereses de todos los productores nacionales al definir su estrategia negociadora, recogiendo las preocupaciones surgidas en el sector agrícola tradicional.
Además de acceso a mercado se negocian 17 temas agrupados en siete áreas diferenciadas: comercio de bienes, mecanismos de defensa comercial, normas y estándares, inversiones y servicios, asuntos vinculados al comercio, asuntos institucionales, y asuntos laborales y ambientales.