BRASILIA.- El gobierno brasileño decidiría entre mañana y el jueves reducir sus compras de trigo argentino en respuesta a una reciente medida de Argentina que Brasil juzga perjudicial para sus exportaciones, señalaron hoy en primera plana los diarios O Estado de Sao Paulo y Jornal do Brasil.
"Una de las medidas que el gobierno brasileño está estudiando es reducir la tarifa de importación de trigo canadiense y norteamericano, lo cual significaría una importante pérdida para los agricultores argentinos", afirmó O Estado de Sao Paulo.
Según esta fuente, la medida sería decidida entre mañana y el jueves, luego de una serie de consultas entre funcionarios de los ministerios de Relaciones Exteriores, Desarrollo y Hacienda que comenzaron ayer y continuarán hoy.
El conflicto comercial entre Argentina y Brasil, que parece agravarse día a día, podría tener repercusiones en el Mercosur, una unión aduanera de la cual también forman parte Paraguay y Uruguay, con Chile y Bolivia como estados asociados.
De acuerdo con O Estado de Sao Paulo, las autoridades brasileñas, coordinadas en este tema por el canciller Celso Lafer, analizan "una alternativa para una eventual salida o suspensión de Argentina del Mercosur".
Bajo el título "Brasil arma boicot contra Argentina", Jornal do Brasil informó que "el blanco prioritario de la represalia brasileña son las importaciones de trigo y petróleo de Argentina, que sumaron el año pasado sumaron US$ 2.000 millones".
Por el momento, siempre según estas fuentes, el gobierno brasileño no tocaría las compras de petróleo argentino.
Pero, Jornal do Brasil evaluó que una eventual represalia del gobierno brasileño dirigida a aumentar sus compras de trigo canadiense y norteamericano tendría costos adicionales.
"Tendría costos diplomáticos por los habituales conflictos de Brasil con Estados Unidos y Canadá. La salida sería el trigo australiano, cuyo costo de importación es mayor", señala el diario.
Además, una mayor aproximación de Brasil con Estados Unidos daría más oxígeno al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), un proyecto impulsado por el gobierno norteamericano que no es observado con interés por autoridades y empresarios locales.
Según los analistas locales, la intención de fondo del gobierno argentino, y en especial de su hombre fuerte, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, es favorecer por todos los medios una adhesión bilateral al ALCA, por fuera del Mercosur.
El gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso exigió la semana pasada a las autoridades argentinas que "revean con urgencia" una resolución arancelaria del ministro Cavallo.
La medida cuestionada rebaja los aranceles de vehículos, cosechadoras, camiones, y bienes de telecomunicaciones e informáticos provenientes de países que no integran el Mercosur.
El viernes, Cardoso envió una carta a su colega argentino, Fernando de la Rúa, en la cual, según la prensa local, se manifestó "sorprendido por esta violación de los acuerdos del Mercosur".
El Mercosur adoptó un arancel externo común para favorecer el intercambio comercial entre sus países miembros.
Luego de la medida del gobierno argentino, las exportaciones brasileñas deberán enfrentar, en un pie de igualdad, a países altamente competitivos, como Estados Unidos, Alemania y Japón.
Según la prensa local, las autoridades brasileñas evaluaron que la medida del ministro Cavallo perjudicaría al 20% de las exportaciones brasileñas a Argentina, con una pérdida efectiva de mil millones de dólares por año.
El año pasado, Brasil exportó US$ 1.700 millones en productos informáticos y de telecomunicaciones, de los cuales 680 millones fueron al mercado argentino.