BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) presentó hoy en Bruselas una propuesta de liberalización comercial con Chile en un período de 10 años, durante la quinta ronda de negociaciones que se celebra esta semana en Santiago.
La UE, que ha importado de Chile en los últimos tres años una media de 3.900 millones de euros (3.300 millones de dólares), propone en el sector agrícola una liberalización en seis etapas.
La agricultura representa el 20% de las exportaciones de Chile a la UE, es decir, 760 millones de euros (670 millones de dólares), frente al 50% que suponen las exportaciones de este tipo del Mercosur.
Las seis etapas consisten en liberalizar de inmediato manzanas y peras, en cuatro años uvas y ciruelas, en siete años frambuesas y grosellas, y en 10 años fruta fresca como melones, nectarines, mandarinas y miel.
Una quinta categoría la formarían el vino y otros alcoholes, para los que la UE propone eliminar los aranceles gradualmente y además negociar un acuerdo por separado que incluya "la protección recíproca de indicaciones geográficas, protección adecuada para expresiones tradicionales y una lista de reconocimientos mutuos de prácticas de enología", según el documento de la Comisión Europea.
Con estas cinco categorías se eliminarían aranceles al 86% de las exportaciones agrícolas de Chile a la UE, valoradas en 650 millones de euros. Si se les suma el comercio que actualmente no está sujeto a aranceles, se llega al 93% de las exportaciones agrícolas, es decir, 708 millones de euros.
El 7% restante de la agricultura se integra en una sexta categoría en el que se negociaría "caso por caso" las concesiones que se harían a "productos muy sensibles": carne ovina, caprina y de pollo, entre otros.
En cuanto a las exportaciones industriales chilenas a la UE, representan algo menos del 75% de las exportaciones totales en esa dirección, es decir, 2.800 millones de euros (2.400 millones de dólares).
Bruselas propone un desmantelamiento total en tres categorías: la primera, de aplicación inmediata, de lana y maquinaria de impresión, la segunda, en cuatro años, de productos derivados del papel y cobre, entre otros.
Una liberalización en siete años correspondería a nitratos de potasio, carbonatos de litio y metanol.
En cuanto al sector pesquero, de gran importancia para la UE, -que importa 250 millones de euros al año de media- Bruselas propone un desmantelamiento arancelario en cuatro fases.
La primera cubriría el 17% de las exportaciones chilenas a la UE, si se le suma la parte que actualmente no está sometida a aranceles.
La segunda se haría en cuatro años, afectaría al salmón congelado, escalopes y mariscos preparados, y con ella se habría liberado el 65% de las exportaciones de pescado.
La tercera se terminaría en siete años, afectaría a los filetes de merluza congelada, y la cuarta, en 10 años, a otros tipos de filetes de pescado congelado.
Con estas cuatro categorías se habría liberalizado el 72% de las exportaciones de pescado. Para el 28% restante, "la definición de modalidades estará relacionada con las posibilidades de acceso de la flota pesquera de la UE a los recursos pesqueros de Chile".