SANTIAGO.- Los exportadores chilenos condicionaron hoy su apoyo al acuerdo de asociación que Chile negocia con la Unión Europea al mejoramiento del intercambio comercial y al término de una serie de restricciones impuestas por países europeos a las importaciones nacionales.
"Si ellos no pretenden mejorar el comercio con Chile, no tiene ningún sentido un acuerdo con la Unión Europea (UE)", afirmó el presidente de la Corporación chilena de Exportadores, Juan Luis Ceballos.
Los exportadores presentaron una serie de reclamos sobre restricciones impuestas por países del bloque europeo a productos chilenos al jefe del equipo negociador europeo, Guy Legras, en una conferencia sobre el acuerdo.
Las acusaciones fueron realizadas justo en momentos en que se desarrolla en Santiago la quinta ronda de negociaciones entre Chile y la Unión Europea para lograr un acuerdo de asociación económica, política y de cooperación.
El presidente de los exportadores nacionales expresó los reparos del sector a las restricciones impuestas por la UE a la harina de pescado y las manufacturas chilenas.
Asimismo, se quejó de los subsidios estatales que mantienen países de ese bloque y que, en algunos casos, consideró como "abuso" y "mal uso" y que afectan principalmente las importaciones de fruta chilena congelada y en conserva.
Respecto a las restricciones a la importación de harina de pescado, de la cual Chile es segundo productor mundial después de Perú, el gobierno anunció la semana pasada que recurrirá a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La presentación se realizará mañana ante la Secretaría del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC.
La UE prohibió la harina de pescado como alimentación de rumiantes y restringió además su comercialización a causa de la propagación de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), más conocida como "mal de las vacas locas".
A juicio del presidente de los exportadores chilenos, esta medida fue adoptada "sin ningún tipo de respaldo científico".
La Quinta Ronda de Negociaciones entre Chile y la Unión Europea se inició ayer lunes y tiene como eje central la discusión de los temas arancelarios, de servicios e inversiones.
En ese marco, Chile presentó hoy a la UE una oferta para la liberación comercial que establece tres plazos según el tipo de productos: inmediato, a cinco años, y a diez años.
Chile y la UE iniciaron negociaciones en abril del 2000 para el acuerdo de asociación y esperan firmar el convenio a comienzos del 2002, durante la presidencia española del bloque europeo.
