WASHINGTON.- El Congreso estadounidense va encaminado hacia una agria disputa comercial: los republicanos intentan darle al Presidente George W. Bush más autoridad para negociar acuerdos comerciales, y los demócratas se resisten arguyendo que primero se debe estudiar los efectos mundiales del intercambio de mercancías.
Desde 1974 cada Presidente ha tenido la autoridad para la promoción comercial sin intromisión del Congreso, que puede rechazar tratados, pero no los puede enmendar.
Sin embargo, el Congreso no ha renovado dicha autoridad desde 1994, algo que Bush intenta lograr este año, justo a tiempo para una nueva ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio y para concluir las conversaciones sobre un Area de Libre Comercio de las Américas.
Bush no puede enviar a su equipo de negociadores ''con una mano atada detrás de la espalda'', dijo el senador republicano Charles Grassley. El Presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Dennis Hastert, intenta acelerar la concesión de la autoridad antes del receso de agosto.
El jefe del Subcomité de Medios y Arbitrios, el representante republicano Philip Crane, cuenta con una propuesta de ley avalada por los republicanos. Sin embargo, dicha propuesta no hace mención a los dos temas exigidos por los demócratas: protección al derecho de los trabajadores y al medio ambiente.
A pesar de casi no contar con apoyo demócrata, los asesores republicanos aseguraron que la propuesta tiene 170 partidarios, tan solo 50 menos que la mayoría. Crane y el Presidente del subcomité, Bill Thomas, están haciendo varios ajustes para solventar las preocupaciones demócratas.
Lograr el apoyo de sólo unos cuantos demócratas no bastará para lograr la aprobación de la propuesta, dijo el representante demócrata Sander Levin. ''Tal y como lo vemos, necesitamos una política comercial que refleje los temas de hoy, y no los de hace 10 años'', dijo.
Agregó que eso significa que se deben incluir temas como comercio electrónico, propiedad intelectual y derechos de autor. Asimismo, añadió que el Congreso tendría que desempeñar un papel más activo en las negociaciones.
Levin está redactando una propuesta de ley alternativa.
En el Senado, el Presidente del comité de finanzas, Max Baucus, un demócrata, indicó que el gobierno ''no se ve dispuesto a enzarzarse en duras negociaciones para lograr la autoridad comercial'' para Bush.
Varios republicanos afirman que los temas laborales y ambientales deben ser considerados aparte de los acuerdos comerciales y tratados por la Organización Internacional del Trabajo y el programa de medio ambiente de las Naciones Unidas.
Grassley indicó que llegar a un acuerdo este año podría ser muy difícil por la oposición de los sindicatos.
El sindicato AFL-CIO, el principal de Estados Unidos, le está pidiendo a sus miembros que envíen un mensaje a los legisladores indicando que cualquier medida ''que no garantice los derechos de los trabajadores y la protección del medio ambiente en los acuerdos comerciales, será inadecuada''.