VALPARAÍSO.- Perú y Chile trabajarán juntos en la defensa de sus exportaciones de harina de pescado ante la Unión Europea (UE), que impuso restricciones al ingreso y comercialización del producto en prevención de la eventual propagación del "mal de las vacas locas".
Así lo confirmó hoy la ministra chilena de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, quien señaló que esta actuación conjunta se enmarca en el fortalecimiento de la relación de ambas naciones tras la solución de sus litigios y la visita del presidente Ricardo Lagos a Perú a fines del mes pasado.
La ministra aseguró que la decisión de la UE, que ha sido impugnada por los principales gremios industriales del país, "no tiene fundamento técnico alguno".
"La decisión de la Unión Europea de no aceptar la harina de pescado no tiene fundamento técnico alguno. Sin embargo, se sustenta en una dificultad de carácter psicológico en torno al mal de las vacas locas", insistió.
La autoridad señaló que, "desgraciadamente", las presentaciones de los sectores público y privado ante el bloque europeo para revertir la resolución "no tuvieron acogida", por lo que no descartó constituir un panel ante la Organización Mundial de Comercio para dirimir el litigio.
Perú es el mayor productor mundial de harina de pescado, rubro en el que Chile ocupa el segundo lugar.
La canciller chilena señaló que las restricciones de la Unión Europea "tienen efectos muy serios para Perú" y provocan un perjuicio importante a Chile.
La UE prohibió a comienzos de año la harina de pescado como alimentación de rumiantes y restringió además su comercialización a causa de la propagación de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), más conocida como "mal de las vacas locas".
Los exportadores chilenos, junto con rechazar esta medida, condicionaron su apoyo al acuerdo de asociación económica, política y de cooperación que Chile negocia con la Unión Europea al término de las restricciones.
Chile y la UE iniciaron negociaciones en abril del 2000 para el acuerdo de asociación y esperan firmar el convenio a comienzos del 2002, durante la presidencia española del bloque europeo.