TOKIO.- La apatía que se apodera de los inversores en vísperas de las vacaciones de mitad de año fue señalada una vez más como la causa de un descenso mínimo del dólar pese al pesimismo por la evolución del yen y la economía japonesa.
A última hora de la tarde, el dólar se intercambiaba a 123,43 yenes, frente a los 123,52 yenes de primera hora de la mañana. La fluctuación del día lo situó entre los 123,33 y los 123,97 yenes, mientras que la mayor parte de las negociaciones se realizó en los 123,50 yenes.
Muchos inversores han definido sus posiciones y parecen haber cerrado las negociaciones antes del período vacacional del "obon", festividades budistas en la que muchos japoneses vuelven a su tierra natal para rendir culto a sus antepasados.
Los analistas esperaban que el dólar sobrepasara los 124 yenes tras el descenso del índice Nikkei que hoy abandonó la barrera de los 12.000 yenes tras perder más de 400 puntos.
Sin embargo, el fuerte descenso de la bolsa de Tokio fue ignorado y tampoco influyó en las negociaciones el retroceso en los pedidos de maquinaria en Japón, que según el anuncio oficial bajó un 6,6 por ciento en junio, el segundo mes seguido a la baja.
La reticencia a la compra de dólares pese a la fuerte evidencia de que la economía japonesa continúa su deterioro fue una muestra para los expertos de que la apatía de vísperas de las vacaciones se ha apoderado de los inversores.
Otros analistas señalan el anuncio ayer en Estados Unidos de que el consumo individual, un indicador hasta ahora sólido, ha empezado a ralentizarse y aseguran que la preocupación por el dólar es ya incipiente entre los inversores.
El euro por su parte, se negociaba a última hora del día en 109,07 yenes y 0,883 dólares, frente a los 108,86 yenes y los 0,881 yenes del inicio de la jornada.