SANTIAGO.- Menores márgenes que se traducen en la imposibilidad de traspasar los mayores costos de las empresas al consumo final, es la consecuencia de la reciente evolución del precio del dólar, que ya bordea los $ 680, lo cual ha llevado a presionar fuertemente los costos operacionales de las empresas.
Así lo señaló en su análisis sectorial la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), añadiendo que la escasez relativa de la divisa se debe fundamentalmente al deterioro del complejo escenario internacional tras la descaceleración sufrida por la economía de Estados Unidos, así como al estancamiento de la economía japonesa y a la moderación de la tasa de crecimiento de la Unión Europea; todo ello, sumado a la inestabilidad socio-política y económica de Argentina, que ha provocado una oleada de especulaciones de demanda de dólares por el fuerte riesgo de una eventual cesación de pagos por parte de ese país.
La Cámara estimó que la evolución de los precios de los insumos importados se explica en un 90% por la evolución del dólar y sólo en un 10% a cambios en los precios relativos de los mercados internacionales o a fenómenos de demanda interna.
Sin embargo, agregó que el efecto del dólar en los precios de los insumos importados podría ser todavía mayor "ya que durante los últimos meses los precios internacionales se han visto reducidos como consecuencia de la moderación de la demanda externa".
En este sentido, precisó que el alza acumulada y sostenida del dólar ha afectado fuertemente los costos de los insumos, los cuales no han podido ser traspasados al consumidor final dado el entorno de una demanda interna deprimida.
Asimismo, indicó que mientras el IPC ha mostrado un incremento de 5,7% desde enero de 2000, durante el mismo período el IPM, que refleja el costo de los insumos para las empresas, se ha elevado en un 10,6% y los precios de los insumos importados lo ha hecho en 19,1%.
La CCS afirmó además que una muestra de la declinación de los márgenes de las empresas se observa en el sector comercio, donde éstos se han reducido en casi la mitad respecto de lo que eran en 1997.
Los bienes importados explican alrededor del 25% de los insumos utilizados por las empresas. Del total de éstos, el 76% de los bienes de capital es de origen externo, el 28% de los bienes intermedios y el 10% de los bienes de consumo, por lo que, según precisa la CCS, "cualquier alza importante en el valor de la divisa extranjera afecta la rentabilidad de las inversiones y los costos operativos".
Explicó que dentro de los bienes intermedios, cerca del 80% de los insumos importados corresponden a la actividad Manufacturera, donde destaca la industria química, los derivados del petróleo y la maquinaria no eléctrica; el 15%, en tanto, pertenece al sector Minero, especialmente petróleo y gas natural; dentro de los bienes de consumo, alrededor del 95% de los factores productivos de origen externos son bienes manufacturados, especialmente los equipos y accesorios eléctricos, productos químicos y vehículos de transporte. Dentro de los bienes de capital, la casi totalidad de los insumos importados son de tipo Industrial, como maquinaria eléctrica y no eléctrica y vehículos de transporte.
Finalmente, la CCS puntualizó que el hecho de que los mayores costos de los insumos no hayan sido traspasados a los consumidores finales, implica que "necesariamente se han acumulado presiones inflacionarias, las que se harán
efectivas una vez que la demanda interne muestre una recuperación sostenida".
En ese caso, añadió la Cámara, "las empresas tenderán a elevar los precios para recuperar los márgenes perdidos, lo que de cualquier forma no revertirá las pérdidas patrimoniales que han experimentado en los últimos años a raíz de alza del dólar".