SANTIAGO.- El Banco Central de Chile adoptó esta tarde nuevas medidas ante la difícil situación política y económica de algunos países de la región y la inestabilidad del mercado financiero.
Explicó que a través de ellas se entregará al mercado una mayor oferta de instrumentos de cobertura de riesgo cambiario y liquidez en moneda extranjera. "Esto tiene por objeto dar mayor estabilidad a los mercados financieros en el país en escenarios de persistencia de las condiciones externas negativas", sostuvo.
Las medidas adoptadas son las siguientes:
a) Aumentar la oferta de Pagarés Reajustables en Dólares (PRD), dentro de lo que resta del año en curso, en un total de hasta US$ 2.000 millones por encima de los montos previamente anunciados, suma que puede ser modificada de acuerdo a las condiciones de mercado. Esta emisión se realizará mediante PRD con plazos de 2 y 4 años con el fin de distribuir sus vencimientos en el tiempo.
Los montos mencionados serán licitados en el transcurso de los próximos meses y serán incorporados en el programa habitual de cupos para los pagarés del Banco Central. Al cabo de este período, el acervo de PRD podrá alcanzar hasta US$ 4.500 millones.
b) Destinar un monto de hasta US$ 2.000 millones de las reservas internacionales a financiar las operaciones de venta de divisas que pudiera realizar el Banco Central en el mercado cambiario en lo que resta del año.
Las intervenciones del Banco Central se implementarán en forma regular, aunque no mecánica, y tendrán como objeto atenuar la volatilidad cambiaria, pero sin establecer objetivos para su nivel.
"Los efectos monetarios de estas medidas serán compensados de manera que la provisión de liquidez en pesos en el mercado sea coherente con la tasa de política monetaria", afirmó.
A través de un comunicado, el instituto emisor explicó que "la compleja situación financiera por la que atraviesan algunas economías de la región y el deterioro de las perspectivas de la economía mundial, han provocado inestabilidad en los mercados financieros. Esta se ha manifestado, en lo principal, en el ámbito cambiario, sin verse afectada, en cambio, la percepción de riesgo del resto del mundo sobre la economía chilena".
Agregó que "la flotación de la moneda ha funcionado adecuadamente y el valor del peso ha reaccionado con la flexibilidad necesaria para adaptarse al deterioro de las condiciones externas. Una parte sustancial del debilitamiento del peso en las últimas semanas se explica por tales condiciones más negativas, pero la rapidez y sucesión de movimientos en una misma dirección han llevado a exacerbar la depreciación y volatilidad del peso, trayendo un grado de inquietud a los mercados financieros".
Sin embargo, el Consejo reiteró "su confianza en la fortaleza de la economía chilena y de sus políticas macroeconómicas. La combinación de una política fiscal basada en una regla de superávit de tendencia, una política monetaria guiada por metas de inflación y la flotación cambiaria, ha demostrado entregar la flexibilidad necesaria para adaptarse a las difíciles y cambiantes condiciones en los mercados internacionales, sin poner en riesgo los equilibrios macroeconómicos ni la meta de inflación".
Finalmente, manifestó que el Banco Central seguirá usando con flexibilidad todos sus instrumentos para el logro de sus objetivos.
